Investigan a un hombre que usaba a un gallo vivo como cebo para cazar ilegalmente a depredadores
La trampa se activaba cerrando las puertas laterales una vez el animal objeto de captura pisaba un mecanismo de cierre
Se localizaron en las inmediaciones dos cepos metálicos de acero anclados a las ramas de la vegetación
También se hallaron los cadáveres de dos zorros adultos en avanzado estado de descomposición
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) ha investigado en localidad también cordobesa de La Granjuela a una persona por la utilización de una jaula trampa y dos cepos metálicos para la captura de depredadores en el medio natural, utilizando como cebo un gallo vivo.
Según ha indicado la Benemérita en una nota, las investigaciones se iniciaron el pasado mes de mayo, tras escuchar en reiteradas ocasiones efectivos de la patrulla del Seprona de Peñarroya-Pueblonuevo, durante un servicio propio de la especialidad en un paraje natural del término municipal de La Granjuela, el canto de un gallo en la linde de un monte con una parcela sembrada de olivos. Ante lo inusual del hecho, procedieron a practicar gestiones para su localización.
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Una vez localizada el ave, se observó cómo se encontraba alojada en una jaula anexa a una jaula trampa para la captura de depredadores, que se activaba cerrando las puertas laterales una vez el animal objeto de captura pisaba un mecanismo de cierre colocado en su interior. Asimismo, se localizaron en las inmediaciones dos cepos metálicos de acero, anclados a las ramas de la vegetación adyacente con el fin de que si un animal quedaba sujeto por las extremidades no pudiera huir llevándoselos consigo.
Inspeccionados los alrededores, se hallaron los cadáveres de dos zorros adultos en avanzado estado de descomposición, presumiblemente procedentes de los medios de captura citados.
Los cepos están prohibidos al no ser medios no selectivos
Los cepos metálicos y la jaula trampa, según establece la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres, se encuentran catalogados como medios de captura prohibidos al ser medios no selectivos, ya que permiten la captura indiscriminada de cualquier animal y también pueden producir daños físicos a las personas.
El Seprona de Peñarroya-Pueblonuevo, tras desactivar los medios de caza prohibidos al objeto de evitar posibles daños a las personas, la fauna y los animales domésticos, realizó varios servicios tendentes al esclarecimiento del hecho y la identificación de su autor, que culminaron con su identificación cuando este se personó en el lugar del hecho con el objetivo de comprobar los medios de caza prohibidos que había instalado previamente, momento en el que fue sorprendido por la fuerza actuante.
Ante ello, los guardias civiles procedieron a la instrucción al sospechoso de las pertinentes diligencias de investigación que han sido entregadas a la autoridad judicial.