El uso de algunos antitumorales, como la vincristina, produce una disminución de la motilidad gastrointestinal, alterando su correcto funcionamiento. Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) han estudiado el papel de los receptores cannabinoides CB1 y CB2 en el desarrollo de dicha dismotilidad intestinal en los tratamientos contra el cáncer.
El resultado es un mecanismo que inhibe esta disfunción y que permitirá el desarrollo de nuevas terapias para tratar este problema.
“Mediante técnicas radiográficas hemos confirmado el efecto de la vincristina en la motilidad gastrointestinal y a través de técnicas histológicas hemos observado el daño que el antitumoral ocasiona en la mucosa gastrointestinal”, explica Raquel Abalo, investigadora del área de Farmacología y Nutrición de la URJC.
“Para ver la implicación de los receptores cannabinoides CB1 y CB2 en la dismotilidad que produce la vincristina hemos utilizado los antagonistas selectivos de dichos receptores”, añade Abalo.
Los investigadores han observado cómo el bloqueo de receptores CB1 mejora la motilidad intestinal alterada por la vincristina. Los resultados se publican en Frontiers in Pharmacology.
“Mediante la utilización del antagonista del receptor cannabinoide CB1, el AM251, podemos afirmar que la inhibición de este tipo de receptor podría ser una herramienta terapéutica para prevenir los indeseados efectos secundarios que sobre el sistema digestivo tiene el tratamiento con vincristina”, afirma la experta.