Salvador Aznar-Benitah, investigador: "El aceite de palma acelera la metástasis de los cánceres que más matan"

  • Investigadores españoles demuestran que la ingesta, aunque sea temporal, de ácido palmítico hace más agresivas a las células tumorales y tienen memoria incluso meses después

  • La célula metástasis se vuelve adicta al aceite de palma y empieza a colonizar y a invadir otros órganos

  • Se ha comprobado que el ácido palmítico promueve la metástasis de forma tremenda en pacientes con cáncer

Qué el aceite de palma no es bueno, ya se sabía. En 2017, el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB por sus siglas en catalán) evidenció la relación existente entre la exposición a una dieta rica en este aceite y el peligro de desarrollar una metástasis del cáncer. Ahora, este mismo equipo ha desvelado el mecanismo que utiliza esta sustancia de origen vegetal para expandir las células tumorales por el organismo y ha sido publicado en la revista 'Nature'.

NIUS ha hablado con el investigador Salvador Aznar-Benitah, que lidera al grupo de científicos que lo ha hecho posible y que es profesor de investigación ICREA en el IRB de Barcelona. Aznar-Benitah explica, que es el ácido palmítico de la dieta (y no el oleico o linoleico) el que favorece la expansión del tumor de forma exagerada. "La célula metastásica se vuelve adicta al aceite de palma y empieza a colonizar otros órganos sin parar. Pero esto tan negativo es al mismo tiempo su talón de Aquiles.

Pregunta. ¿El aceite de palma promueve la metástasis?

Respuesta. Lo primero que habría que dejar claro es que el ácido palmítico favorece las metástasis actuando directamente sobre las células tumorales, por lo que los nuevos resultados no afectan a personas que no padece cáncer. El ácido palmítico es un principal componente de nuestra dieta, como el azúcar y no podríamos vivir sin él, es esencial, es más, nuestro corazón consume constantemente ácido palmítico porque necesita mucha energía para estar constantemente latiendo. En su justa medida, todos estos nutrientes son necesarios, el problema es cuando consumimos más palmítico del necesario. El ácido palmítico dentro de los ácidos grasos de nuestra dieta, hemos probado bastantes como el oleico, el linoleico, el palmítico promueve la metástasis de forma tremenda. El aceite de oliva también tiene ácido palmítico y se piensa que el aceite de oliva es muy sano, lo es, pero si te atiborras de aceite de oliva debes saber que estás tomando más palmítico del necesario.

P. ¿El tumor tiene memoria?

R. Eso es, este es uno de los grandes hallazgos del trabajo, una vez que una persona con un tumor ya ha consumido niveles altos de ácido palmítico, aunque esa persona decidiese llevar una dieta sana con niveles bajos de aceite de palma, ya es demasiado tarde, desgraciadamente el tumor se acuerda y siempre se mantiene en un plano muy agresivo y muy metastásico ¿Qué hacer ahí?, yo no me centro en temas de nutrición, porque cambiar los hábitos nutricionales es muy complicado y como investigador no es mi tarea. Todos sabemos que fumar es malo, y mucha gente lo sigue haciendo. Lo que sí hacemos, es estudiar en detalle los mecanismos a través del cual este ácido palmítico está promoviendo la metástasis y eso nos permite identificar dianas terapéuticas. Hemos descubierto de una manera muy buena, formas de que, aunque el paciente estuviese comiendo una dieta alta en aceite de palma podemos impedir que ese palmítico llegue al tumor, y esa es la clave.

P. Es muy buena noticia, y ¿cómo se borra la memoria?

R. La célula metastásica se vuelve adicta al palmítico y empieza a colonizar y a invadir todo el cuerpo, atacar los pulmones, los huesos, el hígado y esto desgraciadamente el 94% de personas que padecen cáncer mueren por la metástasis no mueren por el tumor primario. Nadie muere de un tumor en el pecho sino de una célula que queda suelta y recorre libremente el cuerpo. Entonces, dentro de esa memoria hemos identificado que esa célula metastásica engaña a las células que están alrededor y las dice que el tejido está en un proceso de regeneración. Así, el cuerpo se centra solo en ese proceso regenerativo. Pero, al mismo tiempo, al haber encontrado estas rutas de regeneración nos ha proporcionado cuatro o cinco proteínas que sabemos que, si las bloqueamos, ese tumor, aunque tenga células metastásicas, aunque haya muchos niveles de palmítico en el cuerpo, da igual, si inhibimos esas proteínas ese tumor ya pierde su capacidad mestastásica. Esto es algo muy positivo de esta investigación. Para borrar la memoria se hace a través de estas proteínas. Si yo tuviera un cáncer desde luego, evitaría una dieta rica en palmítico y en azúcar porque los datos están ahí.

P. ¿Ya se está trabajando en ello?

R. Es una terapia en la que estamos trabando ahora. Llevamos tiempo creando fármacos que puedan bloquear esas proteínas y así frenar el cáncer. Son fármacos con muy buena pinta, la verdad, y que ya estamos en las fases, en los dos pasos anteriores para poder inyectárselo a pacientes y empezar el ensayo clínico. Si seguimos por este camino, en relativamente poco tiempo, estaríamos probando esos fármacos en pacientes con diferentes tipos de tumores. Estamos con esperanza e ilusión.

P. ¿Afecta el ácido palmítico a algún cáncer en concreto?

R. La verdad, por lo que hemos visto, afecta a los más agresivos, el cáncer de mama, el de pulmón, el de colón, el oral, y otros investigadores han visto también que el aceite de palma acelera la metástasis de otros como el de hígado o el de riñón. Por eso, parece seguro, que la mayoría de los tumores con lo que más gente muere tienen estas rutas metastásicas muy activas del ácido palmítico. El aceite de palma acelera la metástasis de los cánceres que más matan.

P. ¿Hay que modificar la dieta?

R. No queremos demonizar a ninguna marca, lo importante es tener información y saber que cómo hemos pasado de una dieta de mercado a una de supermercado el aceite de palma está por todos lados, pizzas, cremas de cacao, bollería industrial... No se trata de dejar de comer un bocata de crema de cacao, sino de saber que si comes mucho, almacenas más aceite de palma del que deberías. El ácido palmítico es un conservador magnífico, hace que las simples galletas estén más de una semana crujientes. Por eso, no nos damos cuenta de la cantidad de aceite de palma que consumimos. Todo en su justa medida. Ninguna madre piensa que darle a su hijo galletas para desayunar es malo, pero tiene muchísimo aceite de palma.

No se trata de dejar de comer un bocata de crema de cacao, sino de hacerlo con moderación

P. ¿Cuál es la buena noticia, el talón de Aquiles de estas células metastásicas?

R. La célula metástasis se vuelve adicta al aceite de palma. Le encanta. Las células tienen mucha flexibilidad, si le das palmítico lo utiliza como energía, pero si no se lo das se busca la vida con otra cosa. Tienen mucha versatilidad. Sin embargo, la célula metastásica se quedó anclada en su necesidad de palmítico constante. Eso es su gran fortaleza, pero a la vez su gran debilidad. Si a estas células les impides que coman palmítico, muere no es capaz de sobrevivir. Esto nos proporciona lo que hemos explicado antes, haber encontrado las proteínas que si las boqueas consigues borrar la memoria de las esas células metastásicas. Ojalá que estos fármacos funcionen y sean tan eficiente como las pruebas que estamos haciendo.

P. ¿Alguna recomendación?

R. Como investigadores nos centramos en terapia, terapia y terapia, me da igual, si el paciente comió A o B, ni me meto, ni juzgo, lo que queremos es encontrar una terapia para que este paciente independientemente de lo que hizo antes en su vida, se le pueda curar. Y eso, para mí, es un reto interesante, factible y justo. Lo mejor es tener información y sobre todo sentido común, que la gente no se vuelva loca y diga; 'ya no entra más aceite de palma en casa, no se trata de eso, consúmelo de una forma equilibrada y no va a pasar nada.

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