Según los expertos, el 50 por ciento de la población sufre alguna intolerancia alimentaria aunque muchos no lo saben. Por eso mismo, hay para quien sentarse a comer es un auténtico martirio. Un ejemplo es el de Ana María que llevaba una dieta saludable, pero vivía enferma e inflamada: "Tomaba verdura, naranja, comida de dieta y estaba hinchada". Sin embargo, acudir a un especialista le cambió la vida. Después de saber qué alimentos no tolera y tratarse, le han desaparecido las cefaleas, dolores musculares y vómitos.
Los expertos coinciden en que las intolerancias han existido durante toda la vida pero también destacan que han aumentado en los últimos. El motivo es que tenemos cada vez más dañado tubo digestivo y los microorganismos del intestino encargados de hacer la digestión.
La mitad de la población es intolerante a algún alimento aunque no lo sepan, los más comunes el pan y la leche, por ellos es fundamental distinguir un pan saludable. Esa es una de las ideas que se divulgan hoy en este congreso de intolerancias alimentarias, donde expertos, pacientes y productores de alimentos poner su conocimiento en común sobre esta enfermedad.