La niña de siete años al ser descubierta se levantó algo "desorientada" ante la Guardia Civil que la miraba atónito. Es lo que ha sucedido en el control fronterizo de Beni-Enzar, entre España y Marruecos cuando el agente en un control rutinario pidió a un hombre que le mostrara el contenido del carrito de la compra que arrastraba.
Al levantar la tapa encontró unas bolsas de comida y debajo en posición fetal a una niña de nacionalidad siria. El agente actuante "se quedó sorprendido". La menor de edad "al ser descubierta se levantó de forma espontánea y desorientada hacia el guardia civil".
Dado su estado de nerviosismo, comenzó a llorar de forma desesperada y asustada dirigiéndose en un idioma extranjero al efectivo del Instituto Armado, "quién la abrazó para calmarla y, al mismo tiempo, comprobar que su estado de salud era bueno, no precisando asistencia facultativa", ha explicado el portavoz de Comandancia de la Guardia Civil.
La menor, de siete años de edad y que llevaba un pasaporte de origen sirio, fue trasladada y puesta a disposición de los Servicios Sociales de la Ciudad Autónoma de Melilla. El hombre, español, de 54 años de edad y con domicilio en Melilla, pasará a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
La Guardia Civil, tras hacer algunas averiguaciones, se personó una mujer de 22 años de edad, de nacionalidad siria y residente en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla "quién refirió ser la madre de la menor". Al no poder determinarse la identidad de lo manifestado por dicha mujer, el portavoz policial ha indicado que se realizarán las pruebas de ADN para determinar su veracidad.