El barco de rescate de la ONG alemana Sea Watch con 42 migrantes a bordo ha sido interceptado y abordado este miércoles por las autoridades italianas a 3 millas del puerto de la isla de Lampedusa.
La capitana de la embarcación, Carola Rackete, que ha indicado que el barco ha sido "abordado por agentes que han impedido que atraque en el puerto", podría enfrentarse a una pena de hasta 15 años de prisión por contravenir las directrices dadas por la Guardia de Finanzas.
Rackete ha explicado que los agentes han supervisado los pasaportes de la tripulación y se encuentran a la espera de recibir instrucciones de sus superiores. "Espero de verdad que bajen a los migrantes cuanto antes", ha aseverado, según ha recogido el diario local 'Repubblica'.
La voz de alarma fue dada poco antes por una patrulla de la Guardia de Finanzas cuando la embarcación entró en aguas italianas tras 14 días en el Mediterráneo a la espera de autorización para poder atracar.
Horas antes, el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, había recalcado que ninguno de los migrantes a bordo del barco podrá desembarcar en Italia a menos que otros países de la UE se comprometan a aceptarlos.
"No desembarca nadie, a menos que alguien se haga cargo inmediatamente de quienes desembarcan" para hacerlos llegar a Países Bajos, Alemania o Bruselas, advirtió Salvini, visiblemente molesto con la decisión de la ONG de entrar en aguas territoriales italianas.
Como en días anteriores, Salvini ha insistido en la responsabilidad de Países Bajos, país del que porta bandera el 'Sea-Watch 3', y Alemania, como país de origen de la ONG, en este caso y se ha mostrado muy crítico con la respuesta que ha llegado desde estos dos países y también desde Bruselas. En su opinión, lo ocurrido es "la enésima demostración de que la UE en términos de inmigración no existe".
En un mensaje en directo a sus seguidores en Facebook, el viceprimer ministro italiano ha echado en cara a Bruselas que exija a Italia reducir el gasto y amenace con abrirle un proceso de infracción mientras desde hace años se deja al país "solo" en la lucha contra la inmigración.
El Ministerio de Exteriores italiano informó de que el embajador en Países Bajos ya ha establecido un contacto "formal" con el Gobierno holandés sobre este caso, un paso por el que Salvini se ha declarado "satisfecho" en su cuenta de Twitter. "Italia merece respeto, esperamos que Países Bajos se haga cargo de los inmigrantes a bordo", declaró.
Por otra parte, ha dejado claro que la capitana del barco "pagará las consecuencias" y deberá responder ante la legislación italiana, que contempla la detención de los comandantes de los barcos de rescate de ONG que lleven a migrantes a puertos italianos. "Si alguien infringe la ley pagará las consecuencias hasta el final", ha insistido repetidamente.
Salvini ha asegurado que "Italia no está dispuesta a ser puerta de entrada" para personas que, según él, "no tienen ningún derecho de entrar" y mucho menos a que sean las ONG quienes dicten quiénes llegan al país. En este sentido, ha vuelto a acusar a los miembros de Sea-Watch de actuar "fuera de la ley" con fines políticos, "aprovechándose" de los migrantes a los que, según él, han mantenido "secuestrados".
"Me pagáis para que defienda las fronteras de Italia", ha dicho a sus seguidores, insistiendo en que estas deben ser "sagradas". Por eso, ha zanjado, "desde el Ministerio del Interior llega un no, y otro no, y otro no".
La ONG alemana ha anunciado este miércoles que ha entrado en aguas territoriales de Italia a mediodía ante la "situación desesperada" a bordo después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos rechazara el martes pedir al Gobierno italiano que permitiera su llegada a puerto.
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha pedido al Gobierno italiano que deje de interponerse a los rescates en el Mediterráneo y ha condenado las políticas inhumanas de dejar varados los barcos con migrantes y solicitantes de asilo.
"Después de dejar a la gente varada durante semanas Italia debe evitar tomar medidas contra la capitana del Sea Watch por esforzarse por salvar vidas", ha indicado Judith Sunderland, directora adjunta de HRW para Europa y el centro de Asia.
"Es el momento de las instituciones europeas y los miembros de la UE hagan frente a su responsabilidad frente a una política descorazonadora que prefiere ver a gente morir en el mar o torturada en Libia en vez de darles seguridad en Europa", ha aseverado.
En este sentido, la organización ha instado en un comunicado a la Comisión Europea de la importancia de notificar a Italia de que está sometiendo a supervisión el decreto, que podría violar las leyes del bloque comunitario.
"Es un mundo al revés si la capitana de un barco que lleva a la gente a la seguridad infringe unas leyes que son injustas y corre el peligro de ser multada", ha manifestado Sunderland. "Deben prevalecer los derechos fundamentales y la compasión por los que huyen del peligro", ha añadido.