El magistrado del Juzgado de Instrucción número cuatro de Paterna, encargado del caso de los dos niños menores asesinados en Godella, ha decretado prisión provisional para el progenitor de los pequeños. Gabriel Carvajal, padre de los dos menores, llegaba a los juzgados de la localidad valenciana en torno a las 10 de la mañana del sábado 16 de marzo.
Ha sido en torno a las 18:00 cuando el hombre declaraba ante el juez, según han revelado en el programa 'Viva la vida'. Una vez ofrecida su declaración, el juez decretaba prisión provisional para él y un coche de la Guardia Civil trasladaba a Gabriel Carvajal del juzgado de Paterna a la prisión de Picassent en torno a las 19:30.
Por su parte, la madre de los pequeños se encuentra ingresada en el Hospital de Llíria donde se le ha estado examinando para comprobar si estaba en condiciones de declarar ante el magistrado. La joven detenida continúa ingresada en la unidad de psiquiatría del centro médico valenciano.
María G.M. permanecerá ingresada hasta que los facultativos lo consideren. Un primer informe forense señala la posibilidad de que la presunta parricida hubiese matado a sus hijos en mitad de un brote psicótico. De hecho, la madre aseguró a los médicos que había sido Dios quien se lo había ordenado. En el caso de confirmarse que la detenida padeciese esquizofrenia no podría ser imputada penalmente.
El instructor tiene previsto interrogar el domingo 17 de marzo, igualmente en calidad de investigada en el marco de este procedimiento sumarial, a la madre de los niños, que sigue detenida.
Los cuerpos de los dos menores fueron localizados enterrados de forma separada muy cerca de la casa donde vivían en dos espacios distintos, uno a unos 75 metros y el otro a aproximadamente 150 metros.
Según señalaba delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, aunque en un primer momento la madre no mostraba una actitud de colaboración con la Guardia Civil y realizaba manifestaciones confusas como que sus hijos "tenían que resucitar", los agentes pudieron convencerla finalmente de la conveniencia de que revelara dónde se encontraban los cuerpos de la niña de cinco meses y del niño de tres años y medio.
Cuando la madre accedió a confesar dónde se encontraban los restos de los pequeños, se dejó la zona expedita "para preservar las pesquisas y evitar que la mujer se arrepintiera". Los menores habían sido vistos por última vez el miércoles por una amiga de la familia que les llevó comida. El operativo de búsqueda se inició al recibir en la mañana del jueves al menos dos llamadas que alertaban de que se habían oído gritos en la casa que 'okupaba' esta pareja en el término municipal de Godella, próximo a Rocafort.
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