El número de delitos medioambientales relacionados con incendios forestales ha incrementado su cifra en un 140% en los cinco primeros meses de 2019 con respecto al mismo periodo de 2018, tal y como ha indicado el teniente del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), Julián García, durante una entrevista con Europa Press.

"Los datos que manejamos en las comparativas no son nada halagüeñas en cuanto a previsión de número de incendios que se pueden producir al cabo del año, y más concretamente en esta estación estival", advirtió García el pasado 3 de julio.

Fuegos que, a día 28 de julio, ya habían calcinado un total de 55.554,59 hectáreas de superficie desde el comienzo de 2019, lo que representa casi cinco veces más que en el mismo periodo de 2018 con 11.671,54 hectáreas quemadas, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Todo ello sin tener en cuenta el reciente incendio en la sierra de Guadarrama que ha arrasado con más de 900 hectáreas en las localidades de Miraflores de la Sierra y en La Granja de San Ildefonso.

Por su lado, el número de personas que están siendo investigadas por causar algún tipo de delito relacionado con incendios forestales ya alcanza las 178 detenidos en lo que va de año, cifra que casi duplica a los 95 detenidos e investigados en 2018, lo que supone un aumento del 90%.

En cualquier caso, un dato óptimo que apunta a que "la investigación da sus frutos", según García, y que relaciona el hecho con que "se están consiguiendo esclarecer muchos de los incendios provocados".

Sin embargo, García considera que existen factores externos a la mano del hombre como el cambio climático que podrían favorecer al la extensión de este tipo de incendios. Según el teniente, otro de los motivos de este incremento de hectáreas quemadas podría encontrarse en las condiciones meteorológicas. "El cambio climático puede influir en la propagación y en la extensión de ese incendio, es decir, que el incendio sea mayor", explica.

Algo que, desde colectivos ecologistas, valoran como una oportunidad para invertir más en la "gestión de los montes con objeto de reducir los incendios, que son cada vez más grandes e intensos por las condiciones meteorológicas adversas. "Hay incendios que se pueden apagar 20 años antes de que se produzcan", asegura Diana Colomina, de WWF.

"La gestión reducirá los incendios, hay que cambiar la mentalidad" mantiene el vocal del Colegio de Ingenieros de Montes, Miguel Cabrera que detalla que el incendio de La Granja (Segovia) "se inició en un sitio donde había maleza, matorrales y arbolitos, y ha pasado a copa desplazándose por las copas de montes que estaban bien gestionados; los montes gestionados solamente arden porque se inicia el fuego desde fuera".