Sin humedad, en zonas de difícil acceso, con ráfagas de viento de hasta 30 kilómetros por hora y bajo la intensísima ola de calor que asola a España y ha dejado temperaturas de hasta 40 grados en la zona: esas son las condiciones en las que han estado trabajando centenares de efectivos, quienes se afanan en poner cerco al fuego que consume la Ribera del Ebro, en Tarragona. Desatado el pasado miércoles, las llamas han continuado arrasando la zona hasta calcinar más de 6.500 hectáreas, y todavía se resisten a ser controladas.
Aunque después de tres días consecutivos se han logrado grandes avances para contenerlo, todavía los bomberos temen a un fuego que ha avanzado hasta llegar a la provincia de Lérida. Lo que preocupan son los focos activos que están en la zona de más difícil acceso; los rebrotes que han surgido durante todo este viernes. Temen que, sin el apoyo de los hidroaviones durante la noche, vuelvan a descontrolarse avivando el gran incendio, “uno de los peores de los últimos 20 años” en la zona.
Este sábado se esperan también más de 40 grados, mientras los vecinos sufren entre la resignación y el desconsuelo los daños ocasionados por el fuego.
Dramáticas eran las imágenes captadas por un afectado al comprobar que donde estaba su negocio, una casa rural, solo hay cenizas. Entre lágrimas, lamentaba haber perdido también a sus perros.
Poco a poco, guiados por Mossos o bomberos algunos vecinos se acercaban durante este viernes a sus propiedades para comprobar los daños. “Ha llegado hasta todo el valle, por lo tanto, a la masía el fuego le habrá pasado por encima”, explicaba un vecino, lamentando el desastre. Otros sin embargo, siguen esperando, sumidos en el temor y la incertidumbre.
En Vinebre y Flix, los vecinos combaten la desolación volcándose en ayudar. Se han organizado en turnos para que no les falte de nada a las aproximadamente 600 personas que se han desplegado para trabajar en la zona.
Las condiciones son tan duras que 5 bomberos han tenido que ser atendidos por emergencias. Dos de ellos han sido ingresados.