Un incendio declarado en una residencia de ancianos de Sevilla ha dejado un balance de una persona fallecida y cinco heridos graves.
Sobre las 22,30 horas, el servicio de emergencias 112 ha recibido la primera de más de una decena de llamadas que informaban del incendio en la residencia Adorea, ubicada en el número 4 de la calle Baltasar Gracián, del distrito San Pablo-Santa Justa de Sevilla capital.
Tal y como ha anunciado el Ayuntamiento, una octogenaria ha fallecido y se ha trasladado a centros hospitalarios a 18 de los residentes, cinco de ellos en estado grave. El resto de internos no hospitalizados fueron realojados en una residencia de Sevilla, otra de Alcalá de Guadaíra y algunos de los residentes se marcharon con sus familiares personados en el lugar.
En el momento del fuego había un total de 72 personas en este centro de personas mayores.
Según las primeras indicaciones del responsable del servicio municipal de bomberos, el fuego pudo originarse en una de las dependencias de la planta segunda por causas que se desconocen y que serán investigadas.
El fuego y el humo de la segunda planta hizo que progresara a la tercera planta, dificultando las labores de extinción y rescate de las personas afectadas.
Dadas las bajas temperaturas de la noche y la fragilidad de las personas afectadas, todas las evacuadas fueron trasladadas en nueve autobuses de la empresa municipal Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam) hasta del palacio de deportes de San Pablo, donde se habilitó una zona para el triaje sanitario previo al traslado a otras residencias.
Una situación extrema que despertó la solidaridad de los testigos, preocupados por los ancianos del centro.
Pocos minutos después del incendio, los vecinos empiezan a bajar para echar una mano. Decenas de personas ayudan aportando de sus casas mantas, sillas o alimentos.
Los autobuses se convierten en almacenes de solidaridad, llenos hasta arriba. Muchos vecinos meten a los ancianos en sus portales mientras esperan para ser trasladados y una flota de autobuses municipales y de taxis se une de forma voluntaria para el traslado.
Un movimiento que parece organizado, pero es consecuencia de la buena voluntad. Una noche triste pero el ejemplo de un bario volcado con lo que tenían delante.
Este incendio ha motivado la movilización de unos 60 agentes de la Policía Local, 22 de la Policía Nacional, 42 bomberos, más de 30 sanitarios (Epes061, SUAP, Red de Transporte Urgente del SAS y SAMU), 15 efectivos de Protección Civil, equipos de la Unidad de Emergencias Sociales (Umies), además de los profesionales de la propia residencia e incluso el apoyo de numerosos vecinos de la zona.
El alcalde de la Sevilla, Juan Espadas, y el concejal de Gobernación, Juan Carlos Cabrera, se personaron en el lugar del siniestro, destacando "la magnífica labor de todos los profesionales que han arriesgado sus vidas para salvar las vidas de los ancianos que estaban en una situación de peligro inminente".
En febrero de 2010, un incendio en una residencia de la capital hispalense provocó la muerte de siete personas. El fuego estuvo originado a un fallo eléctrico sin ninguna negligencia humana, según determinó la investigación judicial que llevó al archivo de la causa.