El avance de las llamas se vive con incertidumbre en toda la isla. Preocupados por el alcance del fuego, muchos vecinos grababan con su móvil estos momentos tan complicados. También los turistas, conscientes de la magnitud que está alcanzando el incendio.
Llamas incontrolables captadas con los móviles, protagonistas de escenarios de contrastes, con el humo como telón de fondo en la playa de Las Canteras. Paralizados por el trasiego constante de hidroaviones sobrevolando las playas.
Turistas impresionados por unas llamas que se acercan cada vez más a las viviendas y vecinos con caras de resignación sin poder ocultar los nervios, con aplausos al paso de los hidroaviones o de los camiones de bomberos.
Resulta paradójico que en un stop el fuego avance sin piedad, la viveza de las llamas se aprecia también de isla a isla, desde Tenerife, visibles a más de 200 kilómetros de distancia.
El incendio de la cumbre de Gran Canaria, iniciado el pasado sábado 17 de agosto en el municipio de Valleseco, afecta actualmente a un perímetro de 60 kilómetros, en el que se han quemado más de 6.000 hectáreas y ha obligado a desalojar a unas 9.000 personas de ocho municipios de la isla.
El presidente de Canarias expuso que en los trabajos para atajar este fuego, que sigue teniendo zonas fuera de control, hay unas 600 personas, que sumadas a las aproximadamente 400 que lo hacen durante la noche, alcanzan las más de 1.000 personas diarias que luchan en la extinción del incendio.
En la extinción del fuego también hay 14 medios aéreos en el trabajo de descarga de agua, en concreto, cuatro hidroaviones, un avión y nueve helicópteros, a los que se sumarán este martes dos kamov y dos extractor.