La semana pasada comenzó la construcción de los hospitales de Wuhan que prometieron culminar en tan solo 10 días. La televisión pública china emite vídeos cada 10 horas y las retransmisiones en directo a través de internet. Se han convertido en un espectáculo de máxima audiencia que concentra hasta 37 millones de espectadores.
Lo que engancha a millones de personas que siguen la construcción de los hospitales de la zona cero del coronavirus no es el diseño innovador sino la impresionante velocidad de construcción de estos edificios. Los dos hospitales crecen frenéticamente y lo hacen casi al mismo ritmo. Más de 37 millones siguen en directo las labores de obra. Los drones sitúan al espectador a pie de obra donde 4 mil obreros y más de un centenar de máquinas trabajan día y noche en turnos de 12 horas. A los trabajadores se les ha triplicado el sueldo ya que el ritmo de trabajo es muy difícil de aguantar.
Con los bloques prefabricados listos para ensamblarse como piezas de lego, los hospitales con capacidad para 3 mil pacientes, estarán listos en apenas 3 y 5 días. Ahora que el mundo está atento a lo que ocurre en esta ciudad, China aprovecha el tirón en plena era digital para una campaña audaz con esta obra viral.