Son imágenes impactantes donde se contempla cómo en poco más de cinco minutos (reducidos en este caso a poco más de un minuto) la naturaleza se abre paso y la rambla se convierte en un río que anega todo.
El río Albaida se desbordaba en la peor gota fría que se recuerda a su paso por los términos municipales de Villanueva de Castellón y Alberic inundando parcelas agrícolas próximas al cauce. Los ayuntamientos se han movilizado para impedir el acceso al río y se han cortado las carreteras que lo atraviesan y aquellas que circulan junto al lecho fluvial para minimizar los riesgos.
La fuerza de la corriente, que baja a gran velocidad, tropieza en algunos puntos con barreras de cañas, ramas y residuos que arrastra el río y que preocupan a las autoridades y los agricultores por la formación de diques que impiden el desagüe natural y que podría agravar los efectos negativos de la inundación al embalsar el agua. El río Albaida no cuenta con ningún embalse que permita sujetar el enorme caudal que soporta, por lo que toda la energía del afluente se descarga ahora sobre el Xúquer, según advierte el diario Levante.