Así lo confirmó hoy a Efe Carmen Rosa Cardoza, del Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), organismo no gubernamental que realizó el año pasado las exhumaciones de las fosas comunes de Putis para la Fiscalía peruana.
Los análisis de ADN de los restos de la matanza de Putis fueron encargados por el EPAF al laboratorio estadounidense BODE Technology Group de Virginia, y permitieron la identificación de doce mujeres, seis hombres y cinco menores de 14 años (tres niñas y dos niños).
"Esta es en efecto la mayor identificación colectiva que se hace de la época de la violencia", dijo a Efe en un correo electrónico desde Londres José Pablo Baraybar, director ejecutivo de la EPAF.
Baraybar subrayó que las investigaciones permitirán que pronto "un gran grupo de familias tengan respuestas sobre la suerte corrida por sus seres queridos".
El lunes pasado, la EPAF entregó un informe preliminar de las identificaciones de las víctimas de Putis a la Segunda Fiscalía Supraprovincial de Ayacucho.
La ONG aclaró que "no todas" las 120 víctimas "serán identificadas".
La tragedia se remonta a 1984, durante el Gobierno de Fernando Belaúnde Terry, cuando el Ejército levantó en Putis una base en respuesta al recrudecimiento de las acciones del grupo maoísta Sendero Luminoso en la región de Ayacucho, epicentro de la violencia terrorista que vivió Perú entre 1980 y 2000.
El temor que infundían los senderistas obligó a los lugareños a huir a las montañas, pero los militares los llamaron para que regresaran a sus hogares con el ofrecimiento de protección.
Así, más de un centenar de personas retornaron a Putis, señaló la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) en su informe final, hecho público en 2003.
Días antes de la masacre, el 13 de diciembre de 1984, los militares obligaron a los hombres a cavar una fosa de diez metros de largo por seis de ancho bajo el argumento de que se iba a construir una piscifactoría, que resultó ser su propia tumba, según la CVR.
Los investigadores han determinado que las víctimas fueron asesinadas a tiros dentro de la fosa desde tres puntos y a menos de tres metros de distancia.
La Fiscalía investiga los hechos en Putis y se prevé que este mes se formule la denuncia penal contra los militares presuntamente implicados en esta matanza.