Hoy arranca la primera de las diez jornadas de huelga de los tripulantes de cabina de Ryanair, en protesta por el plan de la compañía para despedir a más de 500 trabajadores. Decenas de vuelos cancelados y retrasados en un domingo en el que viaja mucha gente para incorporarse el lunes a sus puestos de trabajo.
Los trabajadores de la compañía aérea intentan frenar más de 500 despidos que la empresa tiene pensado ejecutar. Y se quejan de los servicios mínimos, en opinión de los sindicatos convocantes de la huelga, abusivos, impuestos por el ministerio de Fomento. “Fomento está girando la cara a los trabajadores españoles y ayudando a Ryanair a no cumplir con la ley española”, ha asegurado Lidia Arazán, portavoz del Comité de Huelga, que acusa además a Ryanair de “jugar con estos servicios mínimos”, porque, asegura, ha cancelado “los pocos vuelos que no estaban considerados servicios mínimos para quitarnos el poco derecho a huelga que nos quedaba”.