En un comunicado enviado a la agencia estatal de noticias Xinhua, el gobierno municipal informó del incendio "repentino" en el interior de un vehículo con tres personas, aunque con anterioridad la oficina municipal había informado de que se habían quemado a lo bonzo.
Los dos hospitalizados se encuentran a salvo, añade el documento.
En cuanto al tercero, un testigo señaló a Xinhua que los efectivos se lo llevaron, mientras que otro indicó que cuando la policía "trataba quizás de interceptar el vehículo, las personas en su interior prendieron fuego, pero fue extinguido rápidamente".
Contactadas por Efe, las autoridades municipales y la policía local declinaron comentar el suceso y se remitieron al informe.
Según la agencia estatal, los hospitalizados son un hombre y una mujer, y el tercero era un hombre.
El comunicado oficial indica que "el fuego se inició de repente" cuando los efectivos detuvieron el vehículo para interrogar a los tres pasajeros, a las 14.50 hora local (6.50 GMT), en el cruce entre la calle comercial de Wangfujing y la avenida de Chang'an, cercana a Tiananmen, y que extinguieron el incendio de inmediato.
En su primer informe, la oficina de Información del gobierno de Pekín señaló a Xinhua que los tres pasajeros "se habían prendido fuego a sí mismos dentro del vehículo".
En el segundo se dice de que los efectivos se acercaron al vehículo porque, señalan, "encontraron algo anormal" en el auto, cuya matrícula era de fuera de la capital china.
La identidad de los ocupantes no ha sido desvelada, pero la oficina municipal señaló que "las tres personas habían venido a Pekín por peticiones personales".
Miles de víctimas de corruptelas, abusos y otras injusticias se desplazan cada año a Pekín para acogerse a la figura del "peticionario", una vía legal de tiempos imperiales a través de la cual piden justicia a las máximas instancias.
Estos peticionarios suelen protagonizar protestas en fechas señaladas, por lo que son acosados, perseguidos y detenidos.
Hoy el Gobierno chino instó a la celebración del año nuevo tibetano, el Losar, mientras que los disidentes en el exilio pidieron su boicot en memoria de los muertos por las protestas en el Tibet el 14 de marzo de 2008.
Tiananmen fue escenario de numerosos suicidios a lo bonzo hasta hace unos años, una forma de protesta según la tradición china, pero la concentración de efectivos policiales en la plaza, la mayoría de paisano, hace hoy casi imposible cualquier intento de subversión.
Los últimos casos conocidos fueron una niña de 12 años de la secta Falun Gong, perseguida por Pekín, que se quemó en 2001 en Tiananmen, y un mes después otro seguidor de esta secta también pereció quemándose a lo bonzo.
El presente es un año de celebraciones fatídicas para el régimen del Partido Comunista de China (PCCh), ya que no sólo se celebra el 50 aniversario del levantamiento tibetano, el 10 de marzo, sino también los 20 años de la matanza de estudiantes en Tiananmen, los 30 del Muro de la Democracia y los 10 de la persecución a Falun Gong.
Por este motivo, la habitual censura y métodos militares del régimen chino se han multiplicado en medio de una crisis que le ha costado el puesto de trabajo a más de 20 millones de obreros descontentos.