El Hospital Universitario Fundación Alcorcón (HUFA) es el centro
de referencia en el abordaje del melanoma a través de la técnica del
ganglio centinela. Esta técnica permite una valoración de la cadena ganglionar de drenaje muy efectiva consistente en el concepto de que la progresión del que la progresión del cáncer se realiza de forma ordenada. Estos tratamientos se abordan de forma multidisciplinar lo que produce una eficaz terapia.
En la actualidad, constituye el factor predictivo más importante para calcular la supervivencia en los pacientes afectados. El Servicio de Dermatología del HUFA, dirigido por José Luis López Estebaranz, diagnóstica anualmente más 50 nuevos casos de melanomas malignos.
En el diagnóstico y tratamiento participan dermatólogos, radiólogos, cirujanos, oncólogos y patólogos y que actúan conforme a un protocolo específico de manejo clínico. Actualmente y bajo este procedimiento se siguen más de 500 casos de melanomas que, diagnosticados a tiempo tienen un alto índice de curación.
El melanoma tiene su principal motivo en las radiaciones solares que inciden en nuestra piel. Por ello los especialistas consideran que la mejor forma de atajar esta enfermedad es incidir en la población sobre la importancia de la protección de la piel antelas radiaciones ultravioletas.
Tanto las quemaduras solares como la existencia de un gran numero de lunares son las principales razones que producen la aparición del melanoma. Como explica López, "son personas jóvenes, mujeres más que hombres, que tienen muchos lunares, con algún antecedente familiar y además, con una historia de quemaduras solares en la infancia".
Según el experto, la exposición intermitente e intensa en épocas
puntuales, es la causa más relacionada con la aparición de melanomas. Del mismo modo señala de vital importancia usar una protección adecuada, crema de con alto índice de protección, evitar la exposición en las horas centrales del día y tener cuidado en no quemarse.
"La importancia de acudir al médico tan pronto como nuestra piel emita alguna señal de alarma: un lunar que cambia de tamaño, de color, que se inflama o se ulcera, alguna lesión que comienza a picar o a doler. Detrás de cualquiera de estos síntomas puede haber un cáncer de piel 'naciendo' que puede tratarse con cirugía y curarse", añade López.