El trabajador encargado de poner cada película en la sala correspondiente, se equivocó y antes de poner el filme infantil que cuarenta niños esperaban, puso un avance de 'Hereditary', una película de terror.
Horrorizados, algunos padres optaron por abandonar la sala con sus hijos y otros se quedaron, pero impidiendo que sus pequeños vieran lo que se mostraba en la pantalla.
"Fue espantoso. Dedujimos rápidamente que no se trataba de una película para niños. Los padres le gritaban al proyeccionista que detuviera la proyección, mientras cubrían los ojos y los oídos de sus hijos", explica uno de los presentes en declaraciones recogidas por RT.
Al cabo de un rato, un trabajador detuvo el tráiler y finalmente, el cine en cuestión ofreció entradas gratis a todas las familias que se vieron afectadas por el incidente.