'Horario covid' en los comercios de San Fernando para sobrevivir al cierre de las 18.00

  • En San Fernando, Cádiz, han unificado sus horarios

  • Abren de nueve a dos, y de cuatro a seis

  • Cierran a mediodía para no perjudicar a la hostelería

La calle Rosario de San Fernando es su calle comercial por excelencia. No imaginen una gran avenida, es una calle pequeña, en pleno centro, con comercios tradicionales que siempre han luchado por sobrevivir. Ahora más, si cabe, porque las normas que han entrado en vigor esta medianoche en Andalucía obligan a todos los comercios no esenciales a cerrar a las seis de la tarde.

Por eso esta mañana de martes se ha visto a Antonio a las nueve abriendo su joyería-relojería. El horario que tiene en la puerta ya no vale de nada. De 09:30 a 13:30 y de 17:30 a 20:30, dice. Desde hoy tendrá que cerrar dos horas y media antes.

"Tu ves las opciones que nos dan, y un cliente que trabaje por la mañana ¿cuándo va a comprar?", dice preocupado este joyero. "Hemos tenido que adelantar la hora de apertura a las cuatro de la tarde. Yo abría a las cinco y media, si abro de cinco y media a seis no me da tiempo a nada".

A pocos metros se lamenta Cristina García "vendo muchos libros por la tarde", de la librería Bozano: "Intentaremos darle servicio a nuestros clientes de otra manera. Que nos hagan pedidos por correo electrónico, por Facebook...tendremos que reinventarnos".

Mientras en otras localidades aún se organiza el cambio de horarios, en San Fernando lo han tenido claro. Hablaron, negociaron, y han decidido unificar sus horarios. "Somos una piña", dice el presidente de la Asociación de Comerciantes de San Fernando, Manuel Luna. "Desde que saltó la noticia empezamos a trabajar en ello. Pensamos que lo más factible sería un acuerdo rápido sobre los horarios para no marear mucho a los clientes", explica. Y la solución ha sido abrir de nueve a dos y de cuatro a seis. Y especifican los comerciantes que el cierre a mediodía no es para comer ellos, es para que coman los demás.

"Lo hacemos para intentar que la hostelería, que es hermana nuestra, pueda beneficiarse de esas horas de la gente que pueda estar circulando, esperando a que abran los comercios", señalan desde la asociación.

En una esquina de la calle Inma da de desayunar a un único cliente. Su bar hará horario continuado hasta las seis de la tarde. Con comidas a mediodía o sin ellas, lo tiene claro: "Me deja crujía por la mitad. Vivimos de la gente que trabaja y pasa por la calle: Con el cierre a las seis estamos muy, muy limitados".

¿Y los clientes? ¿Echarán de menos esos paseos de última hora viendo escaparates? ¿Les permitirá su horario ir de compras? La respuestas cuando se pregunta en la calle Rosario no son precisamente esperanzadoras. "No me perjudica nada porque yo salgo a dar un paseo por la mañana y no salgo más", dice una señora mayor a la que acompaña su hija, que tampoco está por ir de compras: "No, la verdad es que no, yo me meto en casa y no salgo"

"Ya me dan igual hasta las luces. Llevamos ya tanto tiempo encerrados que me da igual".

"Ya me dan igual hasta las luces", responde otra mujer cuando se le pregunta por unos comercios que ya no iluminarán las tardes de la ciudad. "Llevamos ya tanto tiempo encerrados que me da igual".

Sólo los comercios esenciales escapan a una norma que estará vigente al menos hasta el 23 de noviembre. La dan por bien empleada, dicen, si consiguen salvar la campaña de Navidad.

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