Un informe creado por Organización Mundial de la Salud llamado ‘Masculinidad y salud en la región de las Américas’ ha concluido que la esperanza de vida de los hombres de las Américas (América del norte, central y del sur) es 5,8 años menor que las mujeres debido a los comportamientos machistas. Estas diferencias de mortalidad comienzan a partir de los 10 años de edad.
En los comportamientos machistas, el informe destaca que las expectativas sociales de los hombres para mantener a la familia, participar en conductas de riesgo, ser sexualmente dominantes y evitar discutir sus emociones o buscar ayuda psicológica, comportamientos calificados como ‘masculinidad tóxica’, contribuyen a tasas más altas de suicidio, homicidio, adicciones, y accidentes de tráfico, así como enfermedades no transmisibles.
La investigación creada por la Organización Panamericana de la Salud, perteneciente a la OMS, desvela que la muerte antes de los 50 años afecta a uno de cada cinco hombres. "Los roles, normas y prácticas de género impuestos socialmente a los hombres refuerzan la falta de autocuidado y el abandono de su propia salud física y mental", explican. El documento también apunta que la discriminación en torno a la edad, el origen étnico, la pobreza, el estado laboral y la sexualidad agravan aún más estos resultados negativos para la salud de los hombres.
Una de las conclusiones que se desprenden del informe es que las prácticas de género y los roles impuestos socialmente a los hombres refuerzan la falta de autocuidado y el abandono de su propia salud, tanto física como mental. Esto conlleva tres riesgos:
-Riesgo para mujeres y niños, en forma de violencia, infecciones de transmisión sexual (ITS) y falta de responsabilidad compartida en el hogar.
-Riesgo para otros hombres, como accidentes, homicidios y otro tipo de violencia.
-Riesgo para uno mismo, en forma de suicidio, accidentes, alcoholismo y otras adicciones.
Las diferencias en la mortalidad masculina y femenina en América comienzan a surgir alrededor de los 10 años, y aumentan rápidamente a partir de los 15 cuando predominan entre los hombres las causas violentas de muerte, como homicidios, accidentes y suicidios. Como resultado, la tasa de mortalidad de los hombres jóvenes es aproximadamente 4 a 7 veces mayor que la de las mujeres jóvenes.
Si bien los datos globales para algunas causas de muerte, incluida la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), las infecciones de las vías respiratorias inferiores y la diabetes, siguen siendo similares entre hombres y mujeres, tres de las principales causas de muerte muestran variaciones significativas entre hombres y mujeres:
-Homicidios (matan a siete hombres por cada mujer asesinada)
-Lesiones en la carretera (afectan a tres hombres por cada mujer)
-Cirrosis del hígado causada por el alcohol, que es dos veces más alta entre los hombres que entre las mujeres.
La Organización Panamericana de la Salud defiende que las mujeres y los hombres necesitan acceso a servicios de salud que tengan en cuenta sus necesidades particulares. Por ejemplo, el informe pide a los países que implementen medidas para mejorar la salud de los hombres, como mejorar, sistematizar y difundir datos sobre masculinidades y salud.
Reclaman desarrollar políticas públicas y programas de salud para prevenir y abordar los principales problemas que afectan a los hombres a lo largo de la vida; y eliminar las barreras que impiden que los niños y los hombres accedan a la atención sanitaria. Por otra parte, también piden que se garantice que las instituciones, incluido el sector de la salud, las universidades y la sociedad civil, se centren en prevenir el impacto y los costos de estas masculinidades tóxicas.