El pasado mes de abril, la matrona de un hospital de Berlín acudió a una casa para asistir un parto. La sorpresa de la matrona fue cuando vio a un hombre embarazado que estaba pariendo.
El hombre era un transexual que había decidido tener un hijo a través de la inseminación artificial y quiso tener al bebé en casa porque los hospitales alemanes están obligados a informar del nombre de la madre con cada parto, algo que quería evitar, según ha informado el diario germano Bild.
En declaraciones del doctor Tobias Pottek del hospital Asklepios de Hamburgo:“Aunque una mujer quiera vivir como hombre y se deje crecer la barba a través de hormonas, mientras tenga útero y óvulos, es posible que se quede embarazada”