Wyley Simpsons llevaba seis años de tratamiento de testosterona, lo que hace complicado la concepción. Tal y como ha informado el portal web La República, ningún médico especialista se explica cómo ha podido ocurrir este fenómeno.
"Siempre quise ser padre. Y a pesar de que sucedió de esta manera y no estaba planeado, pensé, 'hagámoslo'", comunicó Simpsons.