Christopher Bergan voló junto a su mujer desde Noruega hasta Gulf Breeze (Florida, EEUU). la pasada noche del martes recibió un disparo por su suegro, Richard Dennis, cuando el joven saltó delante de él para darle una sorpresa de cumpleaños.
El joven estaba casado con la hija de Dennis y volaron más de 7.200 kilómetros para darle una sorpresa al padre de la joven por su 61º cumpleaños. Cuando Bergan llamó a la puerta, acabó saltando sin que Dennis lo esperase y disparó, fatalmente, con la pistola que portaba. Dennis no tiene que enfrentarse a ningún cargo por el accidente.
Según Giffords Law Center, una organización que previene la violencia por armas, 36.000 estadounidenses mueren por disparos cada año; de esas muertes: 487 son accidentales.