Imagínense a un tipo en lo alto de un cerro, blandiendo una catana y amenazando a grito pelado. ¿Lo imaginan? Pues el que no tuvo que imaginárselo, y pudo contemplar semejante imagen en vivo y en directo, fue un agente de la Policía Nacional en Baza (Granada).

Ocurrió el pasado día 12, patrullaba por una calle de la localidad, cuando observó la escena. Y allá que se puso a subir al cerro, entre amenazas de muerte, para ver a qué correspondía semejante grado de agitación

"Una vez que el agente alcanzó la posición a la que se dirigía fue recibido de manera hostil, abalanzándose el detenido de forma inesperada sobre el policía e iniciándose un forcejeo entre ambos", narra la nota policial. "Fue en esos instantes cuando llegó al lugar una dotación de policía, cuyos integrantes hubieron de intervenir de forma inmediata tras observar que el primer agente iba a ser agredido con una piedra de grandes dimensiones, consiguiendo finalmente reducir y detener a dicha persona".

¿Sorprendidos? Pues ahora, por imposible que parezca, viene lo mejor. Detenido el aspirante a samurai, los agentes notan un fuerte olor a marihuana. ¿Y qué encuentran?: un par de cuevas. Lo siguiente ya pueden verlo en el vídeo policial. Un agente hace de improvisado espeleólogo, y con el uniforme por todo equipo, se introduce por una pequeña grieta, entre las advertencias de precaución de uno de sus compañeros.

"¿Necesitas luz?" le preguntan desde fuera. Pero no, no la necesita. Bastante tiene con la que ilumina, y hace crecer, ocho plantas de marihuana, en el interior de la cueva. El agente que esta fuera le dice. "Si es que tienen la luz y todo enganchada".

No sólo eso. Los agentes encontraron también, diversos elementos, como abono, útiles de cultivo, transformadores eléctricos, una lámpara y un ventilador. Tres kilos pesaron las plantas de marihuana. El detenido, de 23 años y con antecedentes policiales, ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.