Un vecino de Las Vegas, una pequeña localidad situada en el concejo asturiano de Corvera, recibió un gran susto cuando salió a hacer una ruta por el monte. Cada fin de semana suele montar en bici, pero el pasado, decidió caminar por el entorno natural y llegar hasta el Alto de la Degollada, aunque el ataque de unos perros le truncó sus planes.
«Yo iba tranquilamente por la carretera IA-3 cuando se me abalanzaron y me empezaron a morder las piernas, llegando a causarme una herida y rompiéndome el pantalón», recuerda la víctima de las mordeduras, que ya ha puesto la pertinente denuncia en el cuartel de la Guardia Civil y ha puesto en conocimiento del Ayuntamiento de Illas lo ocurrido, según recoge el diario 'El Comercio'.
El propio afectado ha tenido conocimiento de que estos perros ya han causado más de un incidente. «Los vecinos que me ayudaron tras el ataque me dijeron que son perros que están bastante mal cuidados y muertos de hambre. Por lo que me han contado, deben de pertenecer a una persona mayor y tengo constancia de que incluso han llegado a matar a otros animales del pueblo, el más reciente una cabra de otra vecina unos pocos días antes», relata González. Una situación de la que también tienen constancia en el Ayuntamiento. «La verdad es que tuve suerte porque eran perros normales que no pertenecían a ninguna raza peligrosa. Por eso la herida es pequeña, aunque tengo que hacerme curas y tomar antibiótico durante varios días para prevenir una infección», destaca el afectado.
«Lo único que busco al hacer público mi caso es que no se repitan incidentes como este. Lo que no es normal es que vayas tan tranquilo con la bicicleta por la carretera y de una vivienda particular salgan varios perros como locos», asegura ahora el ciclista corverano.
De hecho, al peligro que suponen estos animales también se tuvieron que enfrentar los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar de los hechos tras el ataque. «Intentaron entrar en la casa a pie, pero les fue imposible. Los perros se les echaron encima y tuvieron que llegar hasta la puerta de la vivienda subidos en el coche patrulla», recuerda Arsenio González, días después del incidente.