‘Llamo para pedir una pizza’: la forma en que una joven denunció ante la policía que estaban pegando a su madre
Los agentes, en un primer instante, le dijeron que estaba marcando el número incorrecto
La joven insistió e hizo ver, con su tono, que estaba en apuros
Gracias a su llamada, que realizó con el agresor en casa, los agentes le detuvieron
Descolgó el teléfono para marcar el número de la policía. Sus primeras palabras cuando atendieron la llamada fueron: “Me gustaría pedir una pizza a…” Lo siguiente fue la contestación del agente que cogió el teléfono, interrumpiéndola: “¿Has llamado al 911 para pedir una pizza?”. –“Eh, sí… Apartamento…” continuó ella, intentando dar una dirección. Y el agente al teléfono volvió a decir: “Este es el número incorrecto para pedir una pizza”. –“No, no no… No lo estás entendiendo”, insistió la joven, logrando en ese momento que el policía comprendiese que verdaderamente no se había equivocado de número al marcar ni la llamada formaba parte de una broma. Todo lo contrario: estaba denunciando que su madre, en ese preciso instante, estaba siendo víctima de violencia doméstica y la persona que la estaba agrediendo estaba en casa. Encargar una pizza fue la manera de evitar que el agresor se diese cuenta de lo que estaba haciendo; el modo de poder facilitar a las autoridades una dirección, y la forma de asegurarse de que quien estaba pegando a su madre no iba a salir corriendo antes de que llegasen las autoridades. Y su estrategia funcionó. Los agentes se dirigieron a la localización y arrestaron al sospechoso.
"Lo hizo realmente bien"
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En declaraciones recogidas por ABC12, Tim Teneyck, encargado de coger llamadas de este tipo, ha asegurado que en 14 años de servicio nunca ha lidiado con una situación igual. Pese a que las llamadas denunciando violencia doméstica son comunes, jamás se había encontrado con una así. “No es algo para lo que estés entrenado. Solo estamos entrenados para escuchar”, ha afirmado, relatando que se percató de que algo estaba ocurriendo en el preciso instante en que llamaron, advirtiendo a los agentes desplazados que apagasen las sirenas para aproximarse al lugar y poder apresar al presunto agresor, identificado como Simon Lopez.
“Fue un excelente trabajo”, ha manifestado el jefe de la Policía de Oregon, estado de EEUU en el que se contextualizan los hechos, alabando tanto la intervención de su agente como la forma en que la joven hizo saber a las autoridades que algo malo estaba ocurriendo. “Lo hizo realmente bien y tuvo un final feliz”, ha dicho, poniendo el caso de ejemplo a seguir si alguien desgraciadamente se topa con una situación similar:
“De una forma u otra hay que comunicar al agente de la policía que estás en apuros, como esta joven. No lo hizo con sus palabras, sino con el tono de su voz”, ha contado.
En este sentido, aconseja, en la medida en que esté al alcance, aportar el máximo de información que sea posible; permanecer al teléfono tanto tiempo como se pueda, para facilitar que quien atiende la llamada pueda escuchar sonidos que den alguna pista de lo que sucede; decir nombres y direcciones completas; e inventar alguna excusa para utilizar al teléfono cuando el agresor está en la habitación.