Yesenia Rivera lleva 131 días sin saber de su madre. Luz, de 44 años, desapareció el 1 de enero en Medellín (Colombia) tras una fuerte discusión con su pareja, y hasta la fecha no han dado con su paradero. Yesenia aún recuerda las últimas palabras que intercambiaron. “Yo le dije ‘que Dios la bendiga’ y ella me dijo ‘que la Virgen la acompañe’”. Un adiós tan común que en ese momento jamás pensó que sería la última despedida que le escucharía a su progenitora. En vísperas del Día de la Madre en Colombia, la joven aconseja "no guardarse un beso, un abrazo o un te quiero para sus madres".
Tras la desaparición de Luz, Yesenia emprendió una búsqueda incansable que no ha cesado, pese al confinamiento obligado y a que han transcurrido más de cinco meses. “Desde el día siguiente a su desaparición y tras poner el denuncio, comenzamos a buscar en hospitales, en Medicina Legal, debajo de los puentes, quebradas, en barrios donde concurren habitantes de calle y lugares que ella frecuentaba, pero nada”, cuenta Yesenia a 'El Tiempo'. Al no poder salir, desde su desaparición ha posteado en redes sociales cada día sin saber de ella.
La joven reconoce que hay días más duros que otros en los que la esperanza de hallar a su madre flaquea, pero no desaparece. “Lo peor es la angustia de no saber. Hay que encontrarla como sea, viva o muerta. Donde sea que esté, sabemos que no está bien. Lo que queremos es encontrarla”, dice.
A Luz Leidy su hija la describe como una mujer poco expresiva, pero caracterizada por preocuparse por todos y por ser muy servicial. “Ahora que no está, nos dimos cuenta aún más de lo indispensable que era para todos nosotros, porque ella es de esas personas que hacen todo por sus hijos: se encargan de pedir las citas médicas, se sabía las cédulas de todos y los números. Ha sido tan duro que tuve que irme de esa casa, sin ella no me siento segura allá”, cuenta Yesenia.
Nostálgica, la joven se refiere al Día de la Madre, el primero que pasará sin su mamá. “El año pasado nos reunimos en casa de su hermana. Mi hermano, mis primos y yo les armamos unas anchetas de regalo a mi mamá y a mi tía. Luego hicimos un almuerzo familiar, escuchamos música bailable, que le encanta a mi mamá, e hicimos rifas. Fue un día muy especial”, narra Yesenia.
“Este año será muy duro y muy doloroso. Si pudiera decirle algo a mi mamá, me gustaría decirle que extraño todo de ella, que la amo mucho y que la sigo buscando...que quiero encontrarla, donde quiera que esté”, continúa.
Según los familiares, las autoridades aún no tienen indicios de qué le pudo haber pasado a la mujer o dónde podría estar. Si bien al caso le asignaron un fiscal especializado y un investigador, Yesenia dice que no han tenido respuesta de ellos sobre el paradero de su madre. La única respuesta es "seguimos investigando".