Anibal Alias, el agente que ha salvado la vida a un niño de cuatro años que se estaba ahogando lo cuenta con una naturalidad pasmosa. “Me dijo su madre que se estaba atragantando porque había comido una gominola. Yo procedí a hacerle la maniobra de Heimlich y expulsó algo del interior de su cuerpo”, señala el agente de la policía nacional de Lorca.
Dice que no es un héroe, que es su trabajo, pero sus reflejos evitaron la tragedia. “Hice lo que pude y salió bien”, explica. “El niño se me desvaneció e iba muy rígido, con una tonalidad de color diferente. No podía hablar", añade.
La secuencia completa: la madre entra corriendo a la comisaría, el policía sale disparado parando el tráfico a por el niño que está fuera del coche con un familiar. Entra a toda prisa en el edificio, no puede perder el tiempo.
Allí dentro avisa a un compañero y lo coge. Posiciona su mano bajo el esternón, lo levanta y de una vez, el pequeño expulsa un trozo de comida. La madre lo coge y por fin respiran los dos. Le han salvado la vida en un minuto y 12 segundos.