"A pesar de que nos quitaron la casa, lo poco que mi pareja ganaba después trabajando se lo quitaban, hasta que un día no pudo más y se quitó la vida" en octubre del año pasado, asegura Ana Belén, la madre del niño.
Primero vino la bancarrota, después las autoridades les desahuciaron y la economía de la familia llevó al padre al suicidio. Ahora las deudas han pasado a pertenecer al pequeño, quien debe 17.000 euros al Estado con tan sólo cinco años. "Me parece ilógico que mi hijo de cinco años le deba tanto dinero a Hacienda cuando no es más que un crío", ha declarado Ana Belén a los medios.
La madre es ahora la encargada de pagar esa deuda como tutora legal del niño. Debido a ello, ha perdido la posibilidad de cobrar las pensiones de viudedad y de orfandad.
Ana Belén no tiene trabajo ni ingresos y está intentando que la Justicia le permita renunciar en nombre de su hijo a las deudas que ha heredado de su padre. "Al Estado no le preocupamos en absoluto. Las personas que tenemos menos recursos somos las que estamos menos protegidas", ha sentenciado.