El último encuentro de los presuntos asesinos del Guardia Urbano de Barcelona
Horas antes de que el pasado jueves 4 de mayo apareciera el coche calcinado con el cadaver de Pedro Rodríguez en su interior... Rosa, su pareja, y Alberto, el amante de ella, comían en un restaurante con otros compañeros de la Guardia Urbana. Llegaron juntos, se sentaron juntos y, poco después ambos eran detenidos como presuntos asesinos de Pedro. Desde entonces han estado 72 horas separados en distintas comisarías y tampoco hoy les han dejado coincidir en los juzgados para evitar cualquier comunicación entre ellos. Rosa ha sido la primera en llegar. Tras una prueba psicológica y solo cuando termine su declaración, llegará Alberto. Son los principales sospechosos. Por la relación que, al parecer, habían retomado y porque ella en ningún momento denunció la desaparición de su pareja. Los detenidos comparten pasado violento por agredir a un mantero que murió al caer por un terraplén. Ella, además, denunció a otro compañero por difundir una imagen suya de contenido sexual. Juicio que queda aplazado ante el nuevo suceso mortal.