Escena de película la que vivieron este domingo los vecinos de Alginet (Valencia) en la plaza del Ayuntamiento.
Ocurrió a las 11:30 de la mañana. Los clientes del bar que está frente al consistorio vieron como dos hombres encapuchados, armados con pistolas y metralletas entraban al ayuntamiento. “Los vimos desde las ventanas del bar, pensamos que estaban cometiendo un atraco y un vecino llamó a la Guardia Civil”, relata Nora Latorre, propietaria de la cafetería Las 19 Rosas.
Inmediatamente, cinco patrullas de la Guardia Civil acudieron a la plaza. "Los agentes iban armados con pistolas, llevaban los chalecos antibalas y se colocaron en diferentes puntos para protegerse apuntando hacia el ayuntamiento”, cuenta Nora.
Durante unos minutos, el miedo y la incertidumbre se adueñó de la tranquila plaza de este pueblo valenciano. "No sabíamos lo que estaba pasando realmente y todos estábamos sorprendidos y asustados", explica la propietaria del bar.
De repente, se abrió la puerta principal del ayuntamiento y un hombre encapuchado salió al exterior, mientras los guardias civiles lo encañonaban. "Fue un momento de mucha tensión, pero el chaval comenzó a hablar y un agente se fue acercando a él poco a poco, comenzó a relajarse la situación y la gente salió a la calle", relata Nora.
Cuando los guardias civiles pudieron hablar con los jóvenes que estaban dentro del ayuntamiento comprobaron que todo se había debido a una terrible confusión.
Los presuntos atracadores no eran más que los actores de una serie que se estaba grabando en el ayuntamiento, en la que recreaban de forma muy realista, con fusiles automáticos simulados, el atraco a un banco.
Así, lo explicó a los agentes, con los permisos en mano, Aitor Espert, director de “Powerboys”, una serie que ruedan para una plataforma de streaming y que está previsto que se estrene en 2022.
Los responsables de la producción habían solicitado al alcalde de la localidad la autorización para grabar la escena. Sin embargo, la confusión se produjo debido a que el regidor no comunicó a la policía, ni a la Guardia Civil que se iba a realizar la grabación. “Ha sido un error mío. Somos un ayuntamiento muy abierto y vino un chico a decirme que quería rodar un documental y le dije que sí. No me dijo, ni le pregunté de que iba”, lamenta, José Vicente Alemany, alcalde de Alginet, que ha pedido perdón a las fuerzas de seguridad y ha asegurado que "me he sentido muy solo ante tanta repercusión".
Después del susto, llegaron las bromas y las críticas al alcalde, ya que el descuido podría haber desembocado en una grave incidente.