En esta guía se muestran los alimentos que hay que guardar en cada parte del frigorífica para que a la hora de consumirlos estén en las mejores condiciones posibles y no se nos echen a perder. La temperatura ideal del frigorífico está entre 1°C y 4°C. A continuación te mostramos la distribución correcta, según la web británica Good Housekeeping.
En la puerta del frigorífico deben guardarse alimentos con conservantes naturales tales como zumos o mermeladas, puesto que es la parte menos fría del electrodoméstico. Esto indica que guardar ahí la leche puede producir que la leche se ponga mala ya que necesita unas temperaturas más bajas..
En la zona más alta del frigorífico, o balda superior de este, tienen que ir los elementos que no estén cocinados o no lo necesiten, como los fiambres. Aunque las sobras de las comidas también pueden situarse en esta zona.
Por otra parte, en la balda central del frigorífico deben ir los lácteos, entre los que está la leche. Aunque estos productos también pueden conservar sus propiedades en las baldas inferiores, aunque este espacio es mejor para otros alimentos.
Aunque como hemos dicho, en la zona inferior podrían ir los lácteos, es el lugar idóneo para el pescado y al carne cruda. Esta es la parte más fría del frigorífico y aquí, estos alimentos se mantendrán lo más frescos posibles para consumirlos mejor. Además, son alimentos que segregan fluidos, ya sea el agua del pescado o la sangre de la carne, y así se evita que gotee sobre otros alimentos, ya que no habrá ninguno más abajo.
En los cajones situados en la parte inferior del frigorífico deben situarse las frutas, hortalizas y verduras. Así permanecen frescos y aislados. Al ser alimentos que se pueden comer crudos, no absorberán el olor de otros alimentos por este aislamiento y por lo tanto se disfrutará más de su sabor.
Una recomendación es no meter alimentos calientes en el frigorífico, ya que puede provocar un incremento en la temperatura produciendo alteraciones en otros alimentos y posibles intoxicaciones alimenticias.