La policía ha desalojado a los activistas de Greenpeace habían bloqueado el acceso a Madrid Central desde la calle Alcalá para protestar contra la moratoria de multas del Ayuntamiento de Madrid, bajo el lema 'Madrid central Funciona'. Desde hoy y durante tres meses, los conductores que entren en Madrid Central solo serán informados de que incumplen la normativa pero no sancionados.
"Poniendo este freno humano en las calles de manera pacífica reclamamos al Ayuntamiento que no rebaje una medida que ha demostrado su eficacia reduciendo la contaminación a su valor más bajo en 10 años", ha indicado la organización en un comunicado. Los activistas que se habían sentado en el suelo para impedir la entrada de coches en la calle Alcalá, pancarta en mano denunciaban que la contaminación es la responsable de 38.000 muertes anuales.
Los activistas insisten en que Madrid Central sigue en vigor "con o sin multas", y animan a los ciudadanos a seguir utilizando el transporte público y evitar ir al centro en coche: "Por eso hemos dejado libre el carril bus, permitiendo el paso a los autobuses y vehículos de emergencia".
El nuevo ejecutivo municipal ha tomado la medida de no multar a los vehículos que entren en Madrid central y durará al menos 3 meses, una decisión, que, a juicio de la ONG es "arbitraria que deja sin efectos la zona de bajas emisiones, implantada el pasado año como parte del 'Plan A' de calidad del aire".
Asimismo, los activistas señalan que la moratoria sin sanciones no solo genera un "efecto llamada" para ir en coche al centro e "invalida" el proceso de evaluación realizada a través de la Comisión de Seguimiento de Madrid Central.
La ONG lamenta que aunque el Ayuntamiento de Madrid sostiene que se está reuniendo con todos los colectivos, "a día de hoy, el alcalde todavía no ha respondido a la petición de reunión con la Plataforma en Defensa de Madrid Central".
La acción de hoy se une a las movilizaciones puestas en marcha por la Plataforma en Defensa de Madrid Central, como la manifestación del pasado sábado exigiendo que se mantenga el proyecto, "y que continuará su actividad mientras el Ayuntamiento no aclare sus planes respecto a Madrid Central".
Por último, señala que la restricción de vehículos contaminantes es la medida "más efectiva" para frenar los niveles de contaminación en las ciudades, que "provoca 38.600 muertes prematuras en España por la exposición continua a las sustancias emitidas por el vehículo privado". Con estos datos, Greenpeace considera "prioritaria" la protección de la salud pública "por encima de cualquier otro interés".