Maya, Angie, Luna, Ángel, Alán y Darío no puede perder ni un segundo para empezar a disfrutar del día en una granja con unos empleados muy especiales. Personas que se alejan de la exclusión social gracias a un trabajo y una formación agroecológica.
Primero toca huerto, saber diferenciar plantas, si nos comemos la raíz , las hojas o las vainas. Disfrutar de las primeras fresas aunque sólo se vea aun la flor, recolectar ajetes que se convierten en un regalo la mar de original.
Descubrir que estas mariquitas son los insecticidas ecológicos más eficaces contra el pulgón, o que hay criaderos de las mejores productoras de abono natural.
Gallinas criadas con alimentos naturales que dan unos nutritivos huevos. Para acompañar estas delicias de verano, una variedad de lechuga tierna y sabrosa y como broche al día una invitación entre ajos, frutas y hortalizas. Todo de producción propia que se vende en la propia granja.
La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha impulsado la reintroducción de la gallina negra castellana, una raza en peligro de extinción, en el medio rural, a través de un programa de recuperación que se desarrolla desde el Centro de Investigación Apícola y Agroambiental de Marchamalo, en la provincia de Guadalajara, dependiente del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (IRIAF) de la Administración agraria.
Desde aquí, se trabaja en la recuperación, conservación y potenciación de determinadas razas ganaderas presentes en la región que se encuentras, en la actualidad, en grave regresión o en peligro de desaparición, estando catalogadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente como Razas Autóctonas en Peligro de Extinción, como es el caso de esta gallina de plumaje negro, patas de color pizarra, que pone unos huevos blancos de enorme calidad y que se adapta perfectamente a la climatología de la provincia de Guadalajara.
El proyecto de recuperación partió con tan solo diez gallinas y se centra en incubar huevos a pequeña escala para posteriormente distribuir los pollos de tan solo un día de vida de forma gratuita, sobre todo a nivel rural, para repoblar el medio rural con estos animales que en su día fueron sustituidos de las explotaciones por otras razas híbridas menos adaptadas al territorio y climatología.
Desde el inicio del programa de recuperación, se han repartido ya más de 6.000 pollos y cerca de 1.400 huevos engallados para su incubación, a cerca de 500 personas interesadas en recuperar esta especie en sus explotaciones, en 183 localidades de la provincia de Guadalajara.