Tras inaugurar en Ginebra una reunión de la Plataforma Global para la Reducción de Desastres, Holmes dijo que la mayoría de países todavía tiene pendiente la tarea de incorporar a sus políticas de desarrollo nacional las estrategias para la prevención de desastres naturales.
Recalcó que sigue aumentando sin control la urbanización y el tamaño de las zonas marginales en las megalópolis, a las que cada año se suman 25 millones de habitantes más.
El responsable humanitario de la ONU recordó que las diez urbes más grandes del mundo se encuentran en "áreas susceptibles de sufrir un desastre" natural, por encontrarse en zonas telúricas o costeras.
En conferencia de prensa, precisó que la actual reunión de la Plataforma Mundial para la Reducción de Desastres tiene por objetivo que los gobiernos entiendan que mitigar los daños de un desastre es rentable económicamente.
Para la prevención de estas situaciones, Holmes señaló que se ha propuesto a los países que destinen un porcentaje fijo de los fondos anuales a la ayuda humanitaria de emergencia (unos 8.000 millones de dólares), así como de los fondos a la cooperación al desarrollo (unos 239.000 millones de dólares).