Hoteles y restaurantes cerrados en la Gran Vía de Madrid. Teatros que esperan volver pronto. Lo que más se ve ahora en la calle comercial con más tránsito de España es el cartel de "Se alquila". En los negocios que siguen abiertos, se ven pocos clientes y ni rastro de las habituales colas en las grandes tiendas.
Persianas bajadas en algunos locales emblemáticos y hoteles que esperan a los turistas. Su ausencia también ha hecho mella en el centro de Palma de Mallorca. Allí el 15% de los comercios no ha abierto tras el estado de alarma.
Las cuentas tampoco salen en el Paseo de Gracia de Barcelona. Para los comerciantes, el Barrio Gótico ha muerto. "Las ventas han caído un 98 por ciento", dicen en una zapatería de la zona. La misma sensación en una de las principales arterias de Málaga. "Es muy triste. Llega el viernes, el sábado y no hay gente", explica en una tienda de ropa. La pandemia asfixia a unos negocios que luchan contra viento y marea.