La escena se repite en estos días de mediados de setiembre. Si el domingo llegaban dos pateras a Cádiz capital, esta mañana ha sido a la playa de la Fuente del Gallo, en Conil de la Frontera. Eran casi las nueve de esta mañana cuando los paseantes que había en la zona podían dar cuenta de la arribada de veintidós personas a bordo de una embarcación de madera.
En la arena, han intentado, sin éxito, desperdigarse por la zona para eludir a las fuerzas de seguridad. Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, la embarcación ha sido interceptada por la Guardia Civil y todos sus ocupantes, de origen magrebí, han sido trasladados al CATE (Centro de Atención Temporal a Extranjeros), situado en San Roque.
Allí se les someterá a un test PCR para determinar si son positivos en COVID-19, mientras se resuelven sus trámites administrativos.
Este mismo martes también se han interceptado dos kayaks con seis inmigrantes que se dirigían a las costas de Cádiz pese a que el tiempo no acompañaba.