Gimnasios y centros deportivos reabren sus puertas en la fase 3 de la desescalada
Entre clase y clase cada cliente del centro debe desinfectar todo el material deportivo que haya utilizado
Los usuarios del centro deben de respetar los dos metros de seguridad
Los gimnasios y centros deportivos de los territorios que este lunes entraban en la fase 3 de la desescalada (las islas canarias de El Hierro, La Gomera y La Graciosa y la balear de Formentera) están de enhorabuena porque desde ayer ya pueden reabrir sus puertas, tras las medidas incluidas el pasado sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Unas medidas que celebra la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas y Gimnasios (FNEID) y que permite a los centros de estas cuatro islas volver por fin a la actividad, suspendida desde el pasado 14 de marzo tras el decreto del estado de alarma debido a la pandemia del coronavirus.
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Los gimnasios vuelven a abrir bajo estrictas medidas de seguridad. Entre clase y clase cada cliente del centro debe desinfectar todo el material deportivo que haya utilizado. La práctica deportiva y las clases deben de respetar la distancia de dos metros de seguridad.
Entre las nuevas medidas aprobadas en fase 3, destacan la ampliación del aforo hasta el 50% de la instalación, la posibilidad de realizar clases colectivas, con un límite de 20 personas, y la eliminación de la cita previa.
Desde este lunes, las piscinas de toda España, también las de la fase 1, han abierto para uso deportivo individual, con cita previa y limitando su aforo a un 30%.
Así lo establece la orden publicada este sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para la flexibilización de determinadas restricciones de ámbito nacional, establecidas tras la declaración del estado de alarma en aplicación de la fase 3 del Plan para la transición hacia una nueva normalidad.
En concreto, la orden permite en las piscinas la práctica deportiva individual o aquellas prácticas que se puedan desarrollar por un máximo de dos personas en el caso de modalidades así practicadas, siempre sin contacto físico manteniendo las debidas medidas de seguridad y protección, y en todo caso la distancia de seguridad de dos metros.
Cuando la piscina se divida por calles de entrenamiento, se habilitará un sistema de acceso y control que evite la acumulación de personas y que cumpla con las medidas de seguridad y protección sanitarias.