La gefirofobia es el miedo irracional o excesivo a los puentes. No debes padecerla necesariamente si tienes miedo a los puentes, ya que puede deberse a otros factores, según la web de Psicología y Mente. Este miedo se suele relacionar con otras fobias como a espacios abiertos (agoraforbia) o a las alturas (acrofobia). Por esto el miedo es mayor cuanto más alto es el puente.
Para que se considere gefirofobia el miedo a los puentes debe ser irracional, causando una molestia que no se pueda explicar por los códigos culturales donde se encuentra. Esto quiere decir que tiene lugar en contextos donde los puentes son de uso rutinario y no tienen cualidades que puedan suponer ningún riesgo potencial.
Síntomas
Al ser la gefirofobia un miedo extremo e irracional, la persona que lo padezca suele evitar, a toda costa, atravesar un puente, tanto a pie como en coche, buscando rutas alternativas, aunque el trayecto sea más largo. En el caso de cruzar un puente, o intentarlo, el individuo puede presentar síntomas típicos de las fobias como hiperventilación, ataques de pánico, mareos, agitación o ritmo cardíaco acelerado.
Causas
Este miedo puede haber sido desencadenado por una experiencia traumática previa en un puente, o en relación con alguno, y también por haber sido testigo de un acontecimiento de alto riesgo en este contexto. En este último caso, no es necesario haber sido testigo presencial del suceso, sino que se ha podido empatizar a través de medios de comunicación como el cine o la prensa. Aunque también puede no tener ninguna causa aparente.
Los principales elementos que componen la gefirofobia son el miedo a que una parte del puente se rompa o se despegue, temor a que fuertes vientos produzcan movimientos irregulares en la infraestructura y en los vehículos y personas que lo transitan, miedo al derrumbe total o la caída del puente y las dudas sobre la estabilidad e integridad estructural de la estructura.
Tratamiento
Los tratamientos psicológicos contra la gefirofobia suelen ser estrategias centradas en modificar los pensamientos que generan la ansiedad y el miedo irracional. También, pretende 'acercar', poco a poco, los puentes a la vida de los afectados, de tal forma que los pensamientos que antes asociaban a estas infraestructuras vayan cambiando paulatinamente.
Otra de las herramientas utilizadas es encontrar la causa concreta de este miedo y reforzar los pensamientos de afrontamientos a ese elemento por el cual tememos al puente. Hay otras técnicas que pueden ayudar a combatir la gefitofobia.
Conductores
Esta fobia tiene peores consecuencias para conductores habituales, ya que la sufren más al cruzar puentes con más regularidad, dado que el sistema de carreteras cuenta con muchas infraestructuras de este tipo. Por eso, ya existen programas de asistencia a conductores, como el de Michigan (Estados Unidos), que ayuda a atravesar puentes a quienes solicitan su ayuda. Algunos puentes con gran altitud, como el Tappan Zee de Nueva York, situado a más de 45 metros del Río Hudson, cuentan con programas para ayudar a los conductores que necesiten asistencia para atravesar el puente.