Siete años después, sucedió el milagro: Kiki, una gata desaparecida en 2013, ha regresado ahora junto a su familia contra todo pronóstico y ante la incredulidad de los que fueran sus dueños.
Fue un desconocido el que se encontró con el animal a unos 16 kilómetros del que había sido su hogar. Estaba en la calle, y el hombre, amable, cogió a la gata y la llevó a unos veterinarios de 'My Family Vets', en la localidad de Thurston, Reino Unido. Fue allí, en la clínica, donde los especialistas evaluaron el estado del animal y se percataron de que tenía un microchip, gracias al cual consiguieron localizar a los dueños que 7 años atrás lamentaban su desaparición.
Como informa el medio británico Metro, cuando Simon Lapthorne, dueño de la gata, recibió la llamada, se encontraba como cualquier otro lunes trabajando en su escritorio.
“El teléfono sonó y un veterinario me dijo que Kiki había sido localizada en la calle. ¡Estaba estupefacto!”, ha contado, señalando que tras tanto tiempo lo último en lo que pensaban era en que volverían a ver a la felina, que desde siempre se había caracterizado por su espíritu aventurero y no por permanecer precisamente quieta y relajada sobre una alfombra.
Tras recibir la excelente noticia, y después de que la gata hubiese sido analizada por los veterinarios, tanto Lapthorne como su esposa pudieron reencontrarse finalmente con su amado animal.
“Me encantaría saber qué ha estado haciendo durante los últimos siete años”, bromean ahora.
Cuando la encontraron, Kiki tenía frío, estaba muy delgada y tenía una herida en un costado. Hoy, nuevamente, es un animal rodeado de afecto, cariño y cuidado.