Gareth Clear ha contado al periódico local de la ciudad australiana que tras caer de la bicicleta sintió el calor en la parte trasera de su muslo izquierdo e inmediatamente vio el humo.
"Vi el humo saliendo del bolsillo...y de pronto sentí el dolor y un calor abrasador". El teléfono quemado destrozó el pantalón en segundos. "Solo recuerdo mirar mi pierna y ver todo negro en mi pierna y el olor a fósforo", ha explicado la terrible experiencia que vivió el pasado domingo.
Un portavoz de la Asociación de protección de los consumidores en Australia ha asegurado que están investigando lo ocurrido.
"El tamaño y la disminución de la delgadez de los dispositivos móviles, junto con las expectativas de los consumidores sobre la vida de la batería son un reto para los fabricantes", dijo.
Este portavoz aconsejó que los dispositivos no se guarden en los bolsillos y menos cuando se realicen actividades físicas. Sin embargo, reconoció que el impacto que recibió el móvil fue mínimo, porque Clear cayó de la posición de parado al colocar mal uno de sus pies en el pedal y perder el equilibrio.
Clear colgó la imagen de la quemadura sufrida en su cuenta en Twitter y del estado en que quedó reducido su iPhone 6. Solo recibió una respuesta automática de la compañía fabricante del conocido teléfono.
El hombre aclaró que no culpa a Apple de la explosión y que hacer público el incidente solo busca que pueda ocurrirle a otros usuarios.