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Lo que le gusta pescar a “Sito” son los grandes peces. Por ejemplo, una corvina de 33 kilos. Por ejemplo, una palometa de 18.
Lo que no le gusta a este gaditano de la barriada de la Paz, que pronto cumplirá los 41, es ver su bahía llena de plásticos. Alonso Justo de Palacios, 'Sito' para los amigos, vive cerca del mercadillo que todos los lunes se monta junto a la Bahía.
Harto ya de estar harto, hace un semana cogió su kayak y salió a pescar lo que algunos comerciantes y compradores dejan a su paso, basura. “Cada vez que salía a pescar veía plástico por todos lados. A mi mujer se lo decía, cualquier dia voy a salir para recoger plásticos y encartó que el fin de semana pasado salí expresamente a hacerlo”.
El resultado fueron diez bolsas llenas de los plásticos y embalajes que quedan sobre la escollera tras el mercadillo, y un vídeo que ya se ha vuelto viral.
Tanto que en el Piojito, que así le llaman en Cádiz al mercadillo, bolsas y cajas se miran ahora de otra manera. “Son tres euros y me ha dado usted dos con cincuenta, le dice Enrique a una clienta que no se sabe si por mala vista, o por hacerse un 'simpa', le acaba de comprar medio kilo de una de las 130 variedades que dice vender. No parece que haya tantas. Lo que si tiene Enrique es un montón de pequeñas bolsas de plástico que vigila para que no se vuelen, “esto está sujetito bien, para que no vaya a la mar…el puesto si lo ha tirado el viento, pero las bolsas se han quedado aquí” Y como hoy no hace viento habrá que creer a Enrique.
A pocos metros Reme y Pepa caminan con sus bolsas. Han comprado caramelos y un pijama. Viven en la zona, y reconocen que se tiran muchas bolsas “Muchísimas. Yo pienso que tendríamos que tener cuidadito” Ven el problema, pero no quieren que el Piojito, probablemente uno de los mercadillos con mejores vistas de España, cambie de sitio.
No todos los vecinos opinan lo mismo. Desde las asociaciones se señala que es necesario actuar, que hace falta más vigilancia policial y que, además de la suciedad, el Piojito les causa problemas de tráfico y aparcamiento. No están contra el Piojito, dicen, pero sugieren que lo mejor es bueno buscarle otro lugar.
Antonio tiene camas de perro, tiene sábanas, tiene vestidos, camisas, calzonas…vamos, un emporio textil en poco más de 25 metros cuadrados de puesto. Va para 61, lleva desde los 14 en esto, y si hay que cambiarse de sitio, dice, se cambia uno, eso sí, que sea bueno “si nos cambian a otro sitio, por ejemplo al campo de fútbol, que allí sería una maravilla, pues mira que bien, pero para ir a un mal sitio mejor aquí”.
“Odia el delito” –todos en el Piojito coinciden en que tirar plástico al mar es un grave problema- “pero compadece al delincuente” -la mayoría prefieren que siga aquí.- El ayuntamiento es consciente del problema, del impacto ambiental del mercadillo, pero por el momento –acaba de constituirse- ni siquiera hay concejal del asunto. Así que el asunto sigue a sus anchas
Habrá que esperar. Si no hace viento, como hoy, la situación es más llevadera, dice Sito, que ha vuelto a salir con su kayak a pescar plásticos “esta semana la verdad no he encontrado ni la mitad…yo creo que a los comerciantes les habrán dado un toquecillo con mi vídeo. Yo ahora mismo lo que llevo son dos bolsas”…
...Y las enseña a la cámara con el mismo orgullo de pescador que cuando pesca una corvina de 33 kilos.