Cuando Ana se iba a República Dominicana Gabriel le decía a su padre que ojalá no volviera
Aunque creían que Ana Julia actuó sola, los investigadores querían asegurarse al 100% que no contaba con ningún cómplice. Lo pensaban por su interés en unas conversaciones intervenidas con el padre para mantener una compensación económica por encontrar a Gabriel. La presunta asesina dio varios pasos en falso que la situaron como la principal sospechosa, incluso para Ángel, el padre del pequeño. Fue él quien se lo comentó a la Guardia Civil y le dijeron que iban tras su pista. El último lo cometió el domingo cuando la dejó sola a petición de la Guardia Civil. Le dijeron que iban a registrar la finca familiar y ella picó. Se fue hasta el lugar, envolvió el cadáver en unas mantas y lo metió en el coche. No sabía que los agentes la seguían de cerca. pero no la detuvieron para saber dónde lo llevaba y si había quedado con alguien. Lo inexplicable es que pretendiera conducirlo hasta la casa del padre de Gabriel. El móvil del crimen podrían ser los celos. La relación entre Ana y el niño no era buena. Un amigo de la familia asegura que no le debía tratar muy bien a él y que Gabriel no la quería. A Gabriel no le gustaba estar con ella. Cada vez que ella viajaba hasta la República Dominicana, el pequeño le decía a su padre que ojala, no volviera.