El maestro que pide el Princesa de Asturias de la Concordia para los escolares: "La covid les quitó su infancia"
Un maestro gaditano propone que se les conceda el Princesa de Asturias de la Concordia a los estudiantes
La pandemia, dice, ha robado a los escolares parte de su infancia
Francisco Cid lleva muchos años enseñando a los más pequeños en en el colegio Quintanilla de San Fernando, Cádiz. Cree en una enseñanza que implique a las familias en la educación, y aplica esas creencias en el aula. Un trabajo que le ha llevado a recibir varios premios. Fran, que así le conoce todo el mundo, se define a si mismo como "maestro de familia".
"Maestro de familia es algo que me puso hace mucho tiempo una madre porque trataba a su hijo como si fuese el mío", explica. "Se fue corriendo la voz y me quede con maestro de familia. Incluso todas las conferencias que doy versan sobre ese concepto, sobre cómo la colaboración de la familia, y su presencia en el aula, es fundamental para alcanzar los objetivos didácticos".
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Y en esto, cuando su carrera docente creía haberlo visto casi todo, llegó la pandemia. Las aulas se quedaron vacías, luego, pasado el primer confinamiento, se convirtieron en un lugar en el que todos luchaban por evitar los contagios mientras se intentaba no perder la senda del conocimiento. A Fran le cambió como maestro.
Fueron los últimos en salir a la calle, les quitaron a sus abuelos, les quitaron los parques, en definitiva, les robaron parte de su infancia"
"Me ha cambiado mucho", reconoce Francisco Cid. "Las puertas de mi aula estaban abiertas siempre. Con la pandemia eso se cortó. No podían entrar personas del exterior. Entonces este ha sido un año muy duro, porque yo no se enseñar de otra manera".
Pero a eso no le da mucha importancia. No, al menos, comparado con los cambios a los que tuvieron que adaptarse sus alumnos. Niñas y niños, cree este profesor gaditano, sufrieron especialmente la pandemia. Los ha visto encerrados en sus casas, los ha recibido cuando volvieron a las aulas con mascarilla, cuando no podían tocarse, cuando un abrazo de consuelo del maestro se hizo imposible.
"Los niños han pasado una primera fase muy dura en esta pandemia. Fueron los últimos en salir a la calle", señala. "Luego ocurrieron cosas deleznables como proponer que los niños con necesidades especiales llevaran un brazalete para que los `detectives de balcón no los increparan. Les quitaron a sus abuelos, les quitaron los parques, en definitiva, les robaron parte de su infancia".
Así que esta vez piensa que a los que hay que premiar es a ellos. Y no un premio cualquiera. Fran ha iniciado una campaña para que el Princesa de Asturias de la Concordia del próximo año vaya a los escolares que sufrieron la pandemia.
"Lo pedimos, porque concordia es unión, y no hay ejemplo más claro de unión que el que nos han dado nuestros pequeños", dice. "Vamos a hacer mucho ruido, vamos a contactar con personas de primera fila en el arte, en la ciencia, para que nos manden sus vídeos de apoyo a la candidatura. Luego, en octubre, haremos la petición de forma oficial".
"Lo pedimos, porque concordia es unión, y no hay ejemplo más claro de unión que el que nos han dado nuestros pequeños"
Y dicho esto, Francisco vuelve a su aula. Ha terminado el recreo, y toca seguir con su trabajo, enseñar a los niños y, a la vez, intentar que se les premie por lo que ellos no han enseñado en esta pandemia.