La forma de caminar puede ayudar a predecir el deterioro cognitivo o las primeras etapas de la demencia, según se desprende de un estudio realizado por científicos de diversas universidades de Canadá publicado en el 'Journal of Alzheimer's Disease'.
El trabajo corrobora las conclusiones de otros estudios epidemiológicos llevados a cabo en en las últimas décadas y que señalaban que los trastornos de la marcha, especialmente la lenta, pueden estar presentes en las primeras etapas de demencia o, incluso, pueden predecir el riesgo de padecerla.
Los investigadores aseguran que las pruebas de marcha pueden ayudar a detectar a un subgrupo de pacientes en riesgo de demencia que pueden beneficiarse más de los procedimientos de diagnóstico invasivos o las intervenciones tempranas. "Creemos que las pruebas simples de la marcha deberían ser parte de la evaluación clínica de rutina para adultos mayores con deficiencias cognitivas", han dicho los expertos.
Los adultos mayores con deterioro cognitivo moderado disminuyen su marcha habitual en más del 20 por ciento cuando tienen que realizar una tarea cognitiva. "Creemos que la marcha, como una tarea compleja de cerebro-motor, proporciona una ventana de oro para detectar a personas con mayor riesgo de demencia", insisten los expertos.
Cerca de cincuenta millones de personas en todo el mundo padecen demencia y cada año hay casi diez millones de casos nuevos. El Alzheimer, su forma más común, representa alrededor del 60-70 por ciento de los casos. La demencia se caracteriza por una pérdida progresiva de la función cognitiva que afecta la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio.