Continúan los litigios de Pablo Hasel con la justicia. Ahora, la Fiscalía de Lleida ha solicitado dos años y medio de prisión para él por una presunta pelea con el testigo de un juicio a un policía local por presuntas lesiones a un menor, amigo del rapero, hace tres años.
En el juicio, celebrado este miércoles, el presunto agredido y el rapero han mantenido versiones contradictorias, y el fiscal ha mantenido la petición de un año y nueve meses por obstrucción a la justicia, por presuntamente difundir la imagen del testigo en redes sociales, y de nueve meses más por supuestas amenazas. Más allá, se le reclama una multa de 7.560 euros por maltrato leve.
El rapero ha reconocido haber participado en una campaña en redes sociales contra el testigo, el cual, ha recalcado, no dijo la verdad en el juicio de hace tres años.
En este sentido, ha afirmado que estaba paseando con su perro cuando el hombre se le acercó con actitud amenazante. Para defenderse, ha dicho, le pegó una patada, a lo que la otra persona respondió dándole golpes con un paraguas.
Por su parte, el denunciante ha asegurado que estaba esperando la salida del colegio de su hija cuando el rapero se le acercó y le preguntó si le estaba esperando. Entonces, ha contado, le pegó una patada y le dijo: "Tú testificaste en contra de mi compañero".
Así mismo, ha explicado que Pablo Hasel, junto a otras personas, hicieron una campaña “injusta” contra él en 2016, y a preguntas del fiscal ha asegurado que el rapero le dijo que le mataría, algo que Hasel ha negado de principio a fin.
Ha sido el propio Hasel el que advertía en las redes sociales que, con sus antecedentes, “cualquier condena se sumaría y sería encarcelado”, denunciando el "constante acoso" recibido.
El rapero fue condenado por la Audiencia Nacional a dos años de cárcel y un día y multa de 24.300 euros por los delitos de enaltecimiento de terrorismo, con la agravante de reincidencia, e injurias y calumnias contra la Corona e Instituciones del Estado por ensalzar a figuras de miembros de las bandas terroristas ETA y GRAPO.
En 2018, la condena fue rebajada de dos años y un día de prisión a 9 meses y un día de cárcel, al entender que, si bien cometió el delito de enaltecimiento de terrorismo e injurias y calumnias contra la Corona y las Instituciones del Estado, se debía aplicar el mínimo legal porque sus mensajes no suponen un "riesgo real" para las personas.