El fiscal de Menores de Barcelona, Juan José Márquez, ha abogado este lunes por seguir practicando las pruebas médicas en la mandíbula y la muñeca para determinar aproximadamente la edad de inmigrantes que dicen ser menores por la poca fiabilidad de la documentación aportada cuando proceden de determinados países.
En rueda de prensa, Márquez ha calificado de "absurdo" que se exija a los fiscales españoles que se crean una documentación que ni siquiera los países que la expiden creen, y que no tienen convenios con España que permitan dar fe del contenido y que no de pueden perseguir penalmente.
Así, ha aseverado que "cualquier documento extranjero en España no surge efectos por sí mismo", porque mientras Mauritania, Marruecos y Argelia sí tienen tratados y convenios bilaterales, la de otros países no son fiables y debe probarse la información por otras vías.
En este sentido, ha argumentado que en algunos países la personalidad del individuo se gana con los años y no es persona desde el momento en que nace sino varios años después, lo que se traduce en que hay quien no se inscribe en los registros hasta los siete u ocho años de edad.
Se ha remitido a un caso de un inmigrante procedente del Golfo de Guinea que aseguraba ser menor que al tomarle las huellas se descubrió que hacía 17 años ya había estado en Canarias y que entonces ya era mayor de edad, por lo que era imposible que, tal y como él afirmaba, fuese menor.
Ha resaltado que en cualquier caso están aplicando la ley, porque no son nadie para criticar o no aplicar lo que el legislador ha dictaminado, y lo hacen siempre "en interés del menor" para protegerles.
Ha admitido que además de las pruebas en mandíbula y muñeca, también se puede hacer un TAC en la clavícula, aunque ha puntualizado que esta prueba tiene un problema y es que somete a la persona a una radiación cerca de la tiroides, por lo que hacerla de manera sistemática sería "radiar a una persona de manera innecesaria".
Con todo, ha defendido la actuación de la Fiscalía, ya que en ningún caso tienen interés en declarar a nadie mayor de edad si no lo es, y ha recalcado que en los 20 años que llevan haciendo estos exámenes, nunca han detectado un caso en que haya salido afectado un menor declarado mayor, sino más bien lo contrario.
La semana pasada, el Síndic de Greuges hizo público un informe en el que pedía que las pruebas médicas se realicen solo cuando no haya dudas sobre la mayoría de edad del inmigrante y que se tenga en cuenta la edad que consta en la documentación aportada por el inmigrante.