La alfombra roja del Festival de Cannes es algo más que una fiesta del cine. Tras sus saraos y proyecciones se esconde otro oscuro negocio, el de la prostitución. Mucho más rentable, según consta en la denuncia realizada por el libanés, Elie Nahas, Dueño de una agencia de modelos en Beirut, cada año trasladaba hasta esta ciudad de la Costa Azul francesa a unas 50 mujeres. Las alojaba en lujosos yates hasta que al llegar la tarde, comenzaban su desfile por los vestíbulos de los principales hoteles, como el Martinez. Cobraban unos 3.000 euros la noche, aunque muchas podían alcanzar incluso los 40.000. Un entramado de lujo en el que también colaboraba uno de los hijos de Gadafi. Huido a Beirut, Elie Nahas, ha sido condenado en ausencia por un tribunal francés a ocho años de prisión y una multa de 50.000 euros.