Ni el Partido Popular (el grupo favorito para los próximos comicios, según las encuestas) ni el PSOE (actualmente en La Moncloa) se están a favor del copago.
Esta primavera, recalcó que el PP "ha estado, está y estará" en contra del copago sanitario y subrayó la apuesta de formación por un sistema sanitario "público y universal". la exministra de Sanidad y Consumo y actual coordinadora de Paticipación Social de los populares, Ana Pastor,
Respondía así tras las declaraciones del presidente de Murcia, el popular Ramón Luis Valcárcel, que había planteado la necesidad de que los ciudadanos asuman parte de los costes de Sanidad y Educación, ya que a su juicio ambos servicios "no pueden ser soportados sólo por el presupuesto de una región o de una nación".
En junio volvió a insistir, al afirmar que su partido "nunca contempla" implantar el copago. "Siempre hemos dicho que queremos una sanidad de calidad y gratuita", enfatizo Mato, quien recalcó que en "ningún programa electoral" del partido se recoge tal medida
La ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, mostró su postura a Informativos Telecinco. Pajín volvió a reiterar que desde su partido son contrarios al copago porque "los ciudadanos ya pagan la sanidad; pagan unos impuestos a través de los cuales podemos gestionar la sanidad pública". La ministra recordó que ha sido el partido socialista quien creo el Sistema Nacional de Salud (SNS) y, por este motivo, tiene claro que "va a defenderlo con uñas y dientes".
En cualquier caso, cada vez se ve más difícil sostener un SMS que arrastra un déficit de cerca de 15.000 millones de euros.
Pese a ello, sólo la CEOE apuesta por la fórmula del copago. El presidente Juan Rosell defiende el copago o la colaboración público-privada como fórmulas a estudiar para financiar la sanidad, porque el dinero "no es infinito" y cuanto antes se analicen "muchísimo mejor".
Rosell argumentó a finales de marzo que las personas cada vez viven y enferman más, por lo que será necesario introducir una serie de "penalidades" para que haya un uso más eficiente del dinero destinado a sanidad, que "no es infinito".
Sin embargo, nadie se atreve a dar el primer paso.