Como tantas otras familias madrileñas Esther lleva varios días encerrada en casa. Se levanta a las seis de la mañana para poder teletrabajar con tranquilidad porque cuando se despiertan sus dos hijos (de uno y siete años), le cuesta mucho poder sentarse frente al ordenador. El pequeño no para de reclamar su atención y el mayor le pide ayuda para hacer los deberes.
Para poder trabajar desde casa ha tenido que contratar a una canguro que le eche una mano. Son familia monoparental y no tiene una pareja con quien repartirse a los niños, además sus padres son mayores. "Veo a mi alrededor que hay quien tira de abuelos, pero en nuestro caso es impensable. Casi todas hemos llegado a la maternidad pasados los 40, nuestros padres o han muerto o son ancianos. Es una irresponsabilidad que cuiden a nuestros hijos, si no tienes ahorros para pagar canguro lo tienes muy difícil".
Miriam Tormo, miembro de la junta directiva de la Asociación Madres Solteras por Elección (MSPE), le da la razón:"Los datos apuntan al empobrecimiento real de las familias monoparentales solo por su modelo familiar, y aún en situación de empleo. No podemos soportar gastos añadidos por esta crisis. Por eso pedimos que se acaben de concretar medidas aplicables a nuestro modelo familiar". También ella es familia monoparental y también está tratando de organizar trabajo con el cuidado de su hijo de cinco años.
Mónica coincide con ella. "Es imposible teletrabajar con una niña de 16 meses en casa correteando alrededor. No quiero poner en peligro a mis padres , por eso he contratado más tiempo a la canguro, me arreglo, pero es mucho dinero. No sé cuanto tiempo podré aguantar esta situación", comenta.
Ese es el problema que se están encontrando muchas madres solas, encerradas en casa con los niños, no tienen una pareja con la que repartirse ni su cuidado ni el trabajo.
"Como asociación estamos comprometidas con la contención de esta crisis, siguiendo las recomendaciones de no viajar, permanecer en casa y reducir los contactos sociales, pero sin un apoyo vía garantía de ingresos y permiso específico resulta muy complicado", insiste Miriam.
María tampoco lo tiene fácil:"Mi empresa me niega el teletrabajo, pero yo no tengo con quien dejar a mi hijo de cuatro años. La solución: He cogido vacaciones y lo mismo tengo que pedir días sin sueldo. Soy la única que está faltando. Si ya me miraban mal por tener reducción, ahora ya ... Como monoparental me siento en deventaja. ¡Mis compañeros se reparten con sus parejas! Mi nivel económico ya es bastante ajustado como para esto", dice.
Quejas y situaciones similares se repiten en los chat oficiales de Whatsup de MSPE. Son más de 1.200 asociadas repartidas por las distintas comunidades autónomas. Confinadas en casa, muchas socias aprovechan estos días de encierro para desahogarse contando su situación, a modo de terapia de apoyo.
¿Cómo vas a hacer una reunión telefónica cuando tu hijo de cuatro años está en plena rabieta porque llevamos tres días encerrados y ya no puede más?. No tengo a nadie que se quede con él y en mi empresa me han dicho que si no soy capaz de organizarme a lo mejor es que no valgo lo que pensaban", cuenta preocupada Megumi, medio japonesa, medion alemana, tiene a su familia muy lejos y se siente sola.
Pepa lo lleva un poco mejor. En su caso le han dejado solicitar un permiso especial por deber inexcusable (conciliación familiar), "Me lo dieron, porque al trabajar en un laboratorio no tengo opción de teletrabajo, ni otra alternativa para el cuidado de los niños, así que en casa con los dos peques muy concienciada de que no debemos salir", cuenta con serenidad.
Mar también ha pedido ayuda a la empresa pero su caso es un poco más complicado. Trabaja en un centro de salud: "Se lo he comentado a los sindicatos y a personal pero solo me ofrecen flexibilidad horaria siempre que el servicio este cubierto y eso en estos momentos no es posible. Me estoy repartiendo con mi madre el cuidado de la niña, no es una opción que me guste pero es la única que tengo".
En España hay casi dos millones de hogares monoparentales , más del 80% lo forman mujeres solas. Mujeres que luchan día a día por sacar adelante a su familia, y ahora se enfrentan con más dificultades de las que les gustaría, a la lucha contra el coronavirus.
"Lo mires como lo mires, en nuestro caso o pierdes dinero o pones en riesgo a tus padres. Por no contar que a veces no puedes dormir de la preocupación", comenta Susana.
Es el caso de Nieves, a ella lo que le quita el sueño es enfermar. Sin familia en Madrid está encerrada con dos niños pequeños de uno y cuatro años. Si se pone mala no podrá cuidarlos. "No es tanto que me vaya a pasar algo, lo que me preocupa es que me de fiebre alta y no poder atenderles", cuenta asustada, por eso intenta no salir ni al supermercado.
"¿Qué podemos hacer? No nos queda otra, volveremos a demostrar que somos unas madres coraje, pero no estaría mal que se acordaran de nosotras", insiste Ana, mientras a lo lejos se oye llorar a su hijo.
"No tenemos apenas ayudas, ni Ley de familias monoparentales, ni ayuda en la vivienda, ni para conciliar... Siempre dicen que nos tendrán en cuenta pero a la hora de la verdad no acaban de concretar", se queja Elena. Cuelga pronto el teléfono. Como monoparental ha aprendido que el tiempo es oro, y tiene que aprovechar que su bebé de 15 meses se ha quedado dormido.